Los servicios de Información de la Policía Nacional y la Guardia Civil han transmitido lo que consideran el "escenario más probable" para el próximo sábado y domingo en Cataluña. Para la jornada de reflexión, el 9-N, esos analistas esperan "ocupaciones de calles, de espacios públicos, incluso de parques que estén cerca o muy cerca de los colegios electorales, simulaciones de votaciones...", según explican a EL PERIÓDICO.

"Habrá muchísima gente en las calles el sábado, pero por ahora no hay ningún llamamiento a la violencia, o al menos no lo hemos detectado", añaden. En ese sentido, recuerdan que Tsunami Democràtic ha llamado a movilizarse de forma pacífica hasta las diez de la noche de la jornada de reflexión. "Harán algo e intentarán que sea sonado", concluyen. La intención es emular en cantidad y ambiente festivo a las acampadas y convocatorias del 15-M del 2011 en Madrid y Barcelona. Una marcha ciclista que acabará a las puertas de la cárcel de Lledoners, donde cumplen condena varios de los líderes independentistas condenados por el Tribunal Supremo, puede ser uno de los focos de tensión.

La principal herramienta para las movilizaciones, la 'app' para móviles de Tsunami, aún no está disponible del todo. Fuentes de los Servicios de Información aseguran que llevan "15 días haciendo pruebas y teniendo problemas. Internos y externos". Tsunami ha anunciado que el día 9 la estrenará, aunque remite a mayores movilizaciones para los días posteriores a las elecciones generales. Sin embargo, admiten que Tsunami tiene "músculo y creatividad" y puede sacarse "un conejo de la chistera", en alusión a alguna acción de protesta espectacular, incluso fuera de Cataluña, eso sí, según sus datos, "eso sería después de las elecciones".

La CUP, caballo de Troya

"Detrás de Tsunami hay gente importante, hay mucha estrategia. Y tienen el viento a favor. Les interesa que la jornada electoral vaya bien. Han hecho su cálculo político y saben que van a tener buenos resultados, incluso con la posibilidad de que la CUP tenga grupo parlamentario propio en el Congreso. Creemos que no van a renunciar a meter a ese caballo de Troya tan brutal en Madrid. Si el domingo salen imágenes masivas de independentistas evitando que otros ciudadanos voten, se pegarían un tiro en el pie. Su discurso siempre ha sido que les persiguen por votar", explican.

Por ese motivo, esperan una jornada electoral "de normalidad relativa, con tensión, pero sin gran violencia", especialmente en Barcelona, "que es el escaparate internacional" y en las otras tres capitales catalanas. "Lo que ocurra en algunos pueblos es más difícil de prever", subrayan.

El papel de los Mossos

En cualquier caso, los informes que han hecho llegar al Gobierno consideran "poco probable" que la noche del sábado al domingo se produzcan ocupaciones de colegios electorales y que luego se impida votar a muchos ciudadanos. "El papel preventivo de los Mossos, que muchos no hicieron en el 2017, será esencial", comentan.

En esa línea, serán los Mossos d'Esquadra los que llevarán el peso de la seguridad en la jornada electoral. El refuerzo de policías nacionales y guardias civiles no superará los 3.000 agentes, según fuentes de Interior; es decir, serán la mitad aproximadamente de los que participaron en el dispositivo contra el referéndum del 1-O de 2017, la operación Copérnico con los conocidos como piolines por su alojamiento en barcos.

En Catalunya hay unos 1.500 agentes antidisturbios en total y una cifra muy similar de guardias civiles. En algunos colegios electorales habrá el domingo presencia de subgrupos (de hasta 15 agentes) de la Policía Nacional. Esta vez, los policías y guardias civiles duermen y descansan en hoteles de cuatro y cinco estrellas, no han recibido prácticamente ningún acoso ni hostigamiento y sí un trato "excelente", según confirman algunos de antidisturbios desplazados a Cataluña en las dos ocasiones.

Tumbar el sistema electoral

Una preocupación real en el Gobierno es la batalla virtual. De ahí la ofensiva legal de la última semana. Fuentes de los servicios de Información de la Policía y la Guardia Civil admiten que tienen "indicadores claros" de que simpatizantes independentistas "van a intentar tumbar el sistema electoral". Recuerdan que "tienen tecnólogos de mucho nivel, advierten que conseguirlo puede ser un reto para ellos y un éxito "con repercusión internacional. Paralizarían un recuento electoral y no habría fuego, ni sangre, ni heridos. Eso les generaría admiración de mucha gente en todo el mundo".

Citan expresamente al grupo Anonymous Catalonia, grupo desgajado del original, como uno de los candidatos a intentar ese asalto al sistema electoral en solitario o "en sinergia" con Tsunami. Pero aseguran que el Estado está "preparado y con los escudos más activos que nunca".