La investidura el martes de Patxi López se producirá dos meses y cuatro días después de las elecciones del 1 de marzo, un plazo similar a lo que tardó la designación de sus predecesores. No hay plazos formales para que se produzca el pleno de investidura, aunque este suele producirse en algo más de dos meses desde la celebración de las elecciones.

Al no haber plazos legales, la celebración de esta sesión queda en manos de la voluntad de los partidos, lo que han aprovechado para poder negociar los acuerdos de gobernabilidad de Euskadi, ya que siempre se han necesitado coaliciones.

La vez en la que más se retrasó la designación fue en 1995, ya que José Antonio Ardanza tuvo que esperar 129 días, más de cuatro meses, después del cierre de las urnas.

En otra elección, como la de 1998, Juan José Ibarretxe tardó poco más de dos meses en ser votado por el Parlamento.

Donde se prevé una novedad es en la fórmula que utilizará Patxi López para asumir su cargo en la Casa de Juntas de Gernika, el jueves 7 de mayo, después de que la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga, comunique al Rey la designación para que Juan Carlos proceda a su nombramiento.

Hasta ahora, todos los lendakaris han usado la fórmula que utilizó José Antonio Agirre el 7 de octubre de 1936: "Ante Dios humillado, en pie sobre la tierra vasca, en recuerdo de los antepasados, bajo el árbol de Gernika, ante vosotros, representantes del pueblo, juro desempeñar fielmente mi cargo".

Pero Patxi López estudia suprimir de la fórmula la expresión "ante Dios humillado" y prometerá el cargo, en vez de jurarlo, sobre la Constitución y no, como Ibarretxe, sobre un ejemplar de la primera traducción de la Biblia al euskera, de 1865.

López también estudia prescindir del crucifijo que se coloca en la mesa juradera y que ha sido testigo de las juras de los cargos del Señorío de Vizcaya.