La Operación Judas, el golpe de la Guardia Civil contra miembros de los CDR integrados en el grupo violento Equipo de Respuesta Táctica (ERT), abarca como una de las líneas de pesquisa a exmilitantes de la banda terrorista Terra Lliure, según fuentes cercanas a la investigación. La operación sigue abierta tras las detenciones de nueve personas el pasado lunes y el encarcelamiento de siete de ellas este jueves, y no se descartan nuevas detenciones.

En los autos judiciales de envío a prisión de los detenidos, que emitió ayer el juez de la Audiencia Naiconal Manuel García Castellón, se cita un encuentro de miembros del ERT con un veterano exterrorista en un acto reivindicativo popular celebrado en septiembre del 2018. A la toma de algunas fotos de comisarías de Policía que le han hallado a uno de los detenidos les podrían haber ayudado algunas de estas amistades, según las mismas fuentes.

La evaluación de esta influencia se enmarca en la búsqueda de una dirección del ERT ajena al grupo de detenidos, pues a ninguno de ellos se les atribuye de momento el liderazgo último del grupo. La Operación Judas tendría entonces una extensión aún mayor que puede confirmarse en los próximos días.

Los independentistas radicales disponían de una veintena de manuales para la fabricación de aparatos explosivos, informó Europa Press. Jordi Ros, uno de los integrantes del ERT, detenido el pasado lunes en Sabadell, era quien los guardaba, según fuentes cercanas a la Operación Judas de la Guardia Civil, que se saldó el lunes pasado con la detención de nueve personas y el procesamiento el jueves de siete de ellas por delitos de terrorismo.

En esos manuales había instrucciones para la elaboración de Goma 2, si bien en los registros practicados no se ha hallado ese explosivo, y sí una cantidad aún no contada de termita, un deflagrante de gran potencia a base de óxido de aluminio que tiene usos pirotécnicos, pero también militares. En el registro de un local en Sant Fost de Campsentelles aparecieron diversas cantidades de óxido de aluminio, ácido sulfúrico y parafina, aptos para la fabricación de amonal.

El juez Manuel García Castellón les imputa delitos de terrorismo, tenencia de explosivos y conspiración para provocar estragos. Esa última figura penal, se les atribuye tras incautarles abundante documentación y apuntes sobre instalaciones policiales, de energía y comunicaciones en Cataluña, contra la que, según la fiscalía de la Audiencia Nacional, iban a atentar en los próximos días, como se evidenció en escuchas al grupo.

Los siete independentistas procesados por supuestos delitos de terrorismo no podrán coincidir en los espacios comunes de la cárcel madrileña de Soto del Real, donde están recluidos desde la tarde del jueves. Sobre todo, no podrán estar juntos los cinco que se niegan a colaborar con los dos que ya en la tarde del miércoles admitieron ante la Guardia Civil haber comprado sustancias para fabricar explosivos y participado en ensayos para probarlos, según fuentes cercanas a las pesquisas policiales.