El Partido Popular acusó ayer al Gobierno, en la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados, de estar participando disimuladamente en la guerra de Irak, y lo único que consiguió fue que los demás grupos reaccionasen en su contra. Su portavoz, Eduardo Zaplana, hizo oídos sordos a la crítica general y afirmó que la fragata Alvaro de Bazán participó en el conflicto bélico del golfo Pérsico, lo que representa "el mayor engaño de la historia de la democracia española".

Jesús Cuadrado, del PSOE, y Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida, con el apoyo del resto de los grupos parlamentarios, replicaron que cómo se atrevía a decir eso quien fue el portavoz del Gobierno cuando se inició la guerra iraquí "con todo tipo de mentiras" y siguió siéndolo en los días posteriores a los atentados del 11-M, "llenos de falsedades gubernamentales". "No se engañe, sus falsas acusaciones --dijo Cuadrado-- no van a borrar la foto de las Azores".

El portavoz popular en la Cámara baja solicitó que José Luis Rodríguez Zapatero acudiese urgentemente al Congreso para explicar por qué la fragata estaba en el grupo de combate del portaviones Theodore Roosevelt cuando intervino contra posiciones de la red terrorista Al Qaeda en la frontera de Irak y Siria. Su propuesta fue rechazada.

EL PAPEL DEL BARCO En cambio, IU-ICV pidió que fuese el ministro de Defensa, José Bono, quien explique en breve el papel de la fragata, y la propuesta se aprobó con el voto socialista. Lo hará en los próximos días. También aclarará las acciones de guerra que vivieron las tropas españolas en la última fase de su presencia en Irak, ocultadas por el Gobierno presidido por José María Aznar.

Fuentes socialistas explicaron que hasta el Ejército estadounidense ha confirmado oficialmente que la fragata española no intervino en ninguna acción militar llevada a cabo en el golfo Pérsico.