La diputada del PSOE y exdirigente de UPD Irene Lozano ha comunicado este jueves que tira la toalla en política. Según ha explicado ella misma a través de su perfil de Twitter, ha decidido no concurrir a las elecciones generales del próximo 26 de junio y así se lo ha transmitido al secretario general socialista, Pedro Sánchez.

Lozano aduce en su escrito que ha optado por centrarse en "proyectos profesionales" que le exigirán "dedicación completa". Tras agradecer a Sánchez la confianza depositada en ella, sostiene que estos cuatro meses como diputada de la bancada socialista han sido "una experiencia única y un aprendizaje" que formarán parte de su "bagaje vital". Remata su escrito convencida de que Sánchez logrará ser el presidente del Gobierno tras la próxima cita con las urnas.

"Le acabo de trasladar a Pedro Sánchez mi decisión de no ir en las listas del PSOE en las próximas elecciones. Agradezco muchísimo su confianza en mí y su deseo de contar conmigo de nuevo. En este momento mi intención es involucrarme en proyectos profesionales que por un tiempo exigirán mi dedicación completa. Hacer política en el PSOE ha sido para mí una experiencia única y un aprendizaje que ya forma parte de mi bagaje vital. Del mismo modo permanecerá conmigo el cariño de todos los militantes socialistas, mis compañeros diputados, trabajadores del grupo, cargos públicos y orgánicos. Agradezco especialmente a Pedro su compromiso político con España, su honestidad y su trabajo infatigable por el cambio, por devolvernos la esperanza de realizarnos como el país progresista que somos. Estoy segura de que será el próximo presidente y será lo mejor para el país", subraya en un escrito que ha difundido a través de las redes sociales.

LA CONVULSIÓN QUE PRODUJO SU FICHAJE

Se da la circunstancia de que esta misma mañana, el jefe del PSOE ha asegurado en la cadena SER que en principio no pretendía hacer cambios en la lista por Madrid que él mismo encabezó y con la que ya concurrió a las generales de diciembre. Y que, además, quería contar con Lozano y también con la exmilitar Zaida Cantera y mantener a quien fue su adversario en las primarias, Eduardo Madina, en el puesto número siete de esa candidatura, un lugar que ya provocó que no saliera elegido diputado tras el mal resultado de los socialistas en la circunscripción madrileña el 20-D.

El 'fichaje' de Lozano fue especialmente polémico en las filas de un convulso PSOE cuando se hizo público, el pasado septiembre. Fueron muchos los socialistas que no entendieron que Sánchez se atreviera a abrir un hueco relevante (fue la cuarta) ni más ni menos que en la lista de Madrid para incluir a una exdiputada de UPD -que de hecho hizo el intento de suceder a Rosa Díez al frente de su organización- y que había sido especialmente dura con los del puño y la rosa. Lozano había arremetido sin paños calientes contra los socialistas toda una legislatura por casos de corrupción como el de los ERE, lo que provocó por ejemplo que los cargos de Susana Díaz no le dieran un caluroso recibimiento cuando se reubicó en las filas socialistas y se le encargó la parte del programa electoral sobre regeneración democrática.

Así las cosas, a Sánchez se le complica la intención de mantener la lista de Madrid tal cual puesto que, en menos de 48 horas, se le han producido dos bajas que le afectan: la de la propia Lozano y la de la catalana Carme Chacón quien, al anunciar su retirada parlamentaria, abre la posibilidad de que Meritxell Batet -que fue la número dos en la candidatura madrileña en diciembre como gesto hacia Catalunya- se pueda marchar a ser la cabeza de cartel del PSC.