Los once detenidos el pasado martes en Ceuta están acusados de planear atentados contra un polvorín, el recinto ferial y un supermercado Hipersol de la ciudad, si bien estas acciones se encontraban "en un grado bastante incipiente" de preparación, según el auto dictado anoche por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Los arrestados, que forman parte de un grupo terrorista islamista vinculado a Al Qaeda, pertenecen a la Salafia Yihadia, que es considerado el brazo armado de la organización de Osama bin Laden en el norte de África.Garzón ha justificado en su auto las prisiones en el riesgo de huída "a pesar de la nacionalidad española y arraigo de los detenidos". El juez ha añadido que la acción policial "ha evitado un mayor grado de estructuración del grupo que, de permitirse, hubiera elevado exageradamente el riesgo contra la vida de las personas y los bienes". Indicios de criminalidadEl auto dictado por el juez, quien tomó declaración a todos los detenidos a lo largo del día ayer, especifica los indicios de criminalidad existentes contra Abdelkrim Chaib Abdelaziz, Hiasin Mustafá Mohamed; Karin Abdeselam Mohamed, Mohamed Fuad Mohamed Abdeselam (ambos líderes del grupo); Ahmed Abderrayat Laarbi y los hermanos Mustafa y Yusef Abderrahman Ahmed (ambos hermanos del denominado talibán español, absuelto tras ser juzgado en España tras llegar de Guantánamo). En coincidencia con el criterio del fiscal Pedro Rubira, el magistrado les imputa delitos de integración o colaboración con banda armada y falsedad. Los otros cuatro arrestados --Mohamed Tarik Chaib Abdelaziz, Reeducan Ahmed Abderrahman, Ahmed Mustafa Mohamed, Rachid Mustafa Mohamed-- han quedado en libertad con la única obligación de fijar domicilio y comunicar al juzgado cualquier cambio. El juez les considera miembros de la célula salafista, "si bien hasta la fecha la policía no ha logrado aportar indicios suficientes" contra ellos. El titular del juzgado central de instrucción número 5 ha señalado en su auto que Fuad y Abdeselam lideraban cada uno dos grupos diferentes dentro de la célula salafista, y su principal labor era el proselitismo y reclutamiento de jóvenes para hacer la jihad con conexiones internacionales en Marruecos, utilizando la delincuencia común como fuente de financiación. Pintadas radicalesEl grupo "pasó de la discusión doctrinal a planteamientos más operativos", ha señalado el magistrado así como al planeamiento de acciones violentas. Así, existen indicios de que en diciembre del 2005 los detenidos desplegaron una campaña de pintadas radicales y extendieron rumores sobre posibles atentados (en el recinto ferial durante las fiestas de la ciudad), con el fin de "producir intimidación en la población ceutí". El 13 de enero de este año, el morabito (ermita) del interior del cementerio musulmán de Sidi Embarek, cuya existencia es considerada aberrante por los salafistas, según detalla el juez, fue quemado y en él se encontraron restos de gasolina. Otra acción similar habría tenido lugar el 2 de septiembre del 2005 y el pasado abril se produjo otro incendio en el morabito del barrio de El Sarchal. Como consecuencia de estas acciones, el grupo se divide en el liderado por Fuad y el de Abdeselam, quienes habían sido expulsados de la mezquita de la barriada del Príncipe Alfonso de ceuta tras una reunión de 'tablighs' procedentes de Panamá para explicar la denominada 'jihad pacífica'". En una reunión celebrada en mayo del 2006 en la mezquita de Darkawia, Abdeselam incitó a la quema de morabitos, y el pasado septiembre este detenido y otros miembros del grupo proyectaron la constitución de un grupo que se denominaría Seguidores del Ejército del Mesías/Enviado en honor a una célula desarticulada en Marruecos cuyos miembros fueron detenidos por intentar atracos a distintos intereses occidentales en Marruecos.Radicalización en la cárcelSobre Abdeslam, Garzón ha afirmado en el auto que estuvo preso en varias prisiones españolas, donde podría haberse producido su radicalización, ya que una huella del mismo habría aparecido en la celda de Tarek Hamed, uno de los detenidos en la denominada operación Tigris como responsable de la red de envío de islamistas a Irak. Fuad es considerado el líder intelectual del grupo por su labor de proselitismo y captación de futuros jóvenes para hacer la jihad, según el juez, tal y como se deriva de las conversaciones telefónicas intervenidas con autorización judicial. Se le atribuye proyectar el asalto al acuartelamiento de El Hacho con la intención de sustraer armamento y material explosivo. Otro de los detenidos que han ingresado en prisión, Abdelkrim Chaib Abdelaziz, fue miembro de las fuerzas armadas españolas, y consta que el pasado junio increpó al imán de la mezquita de Darkwia por su carácter moderado, "incitándole a radicalizar su discurso y proclamar la 'jihad' contra los infieles", según detalla Garzón en su auto. Testamento de despedidaA uno de los hermanos del talibán español, Mustafá Abderrahmán, se le acusa de manifestar la necesidad de atentar contra intereses judíos o contra depósitos de Cepsa en Ceuta. En su domicilio se encontró un revólver, vídeos de propaganda jihadista y un testamento de despedida dirigido a su madre. En él dice: "Alá me envió para luchar y ser sacrificado en su causa. Roguemos a Alá que acepte de nosotros el esfuerzo y que nos cobije en la sublimidad de su paraíso con su voluntad. No os aflijáis ni me lloréis. Siempre estaré en vuestro corazones para siempre". En la casa de su hermano Yusef se intervino un ordenador, aún pendiente de analizar, en cuyo disco duro se incluyen diversos autos con los títulos de Jihad, Faluya y 11 de Septiembre, además de fotos de Bin Laden e imágenes de un posible campo de entrenamiento. Finalmente, Garzón detalla que según el contenido de las observaciones telefónicas y las declaraciones testificales que obran en la causa, los detenidos "habrían constituido un grupo terrorista de tendencia salafista con la finalidad de atentar contra objetivos materiales (morabitos, polvorín, supermercado) para cuya obtención se habrían reunido en diversas ocasiones, obteniendo un alto grado de cohesión en el grupo y el adoctrinamiento de sus miembros en la misma línea ideológica de Al Qaeda".