Israel quiere demostrar al mundo que en Gaza no hay una crisis humanitaria, especialmente desde que suavizó el embargo hace unas semanas. Con esa intención ha invitado en septiembre a varios ministros europeos, incluido el español Miguel Angel Moratinos. Pero, mientras tanto, veta la entrada a los políticos extranjeros que deciden viajar a la región para supervisar los proyectos financiados por sus países u observar la situación en la franja. Lo hizo el mes pasado con el titular de Cooperación alemán, Guido Westerwelle y, ayer, con cuatro diputados socialistas españoles.

Los parlamentarios catalanes Jordi Pedret y Meritxell Cabezón y los andaluces José Antonio Pérez Tapias y Fátima Aburto, miembros del llamado Intergrupo Parlamentario por Palestina, ya sabían que no entrarían en Gaza. Un día antes de viajar a Tel-Aviv, se les comunicó, a través del consulado español en Jerusalén, que su solicitud había sido denegada. "Fue un gesto de cortesía --afirmó ayer Pedret-- porque normalmente no te dicen nada hasta que llegas a la frontera". Así que ni siquiera recorrieron los 80 kilómetros que separan Jerusalén de Gaza.

"No hemos venido a montar un espectáculo", aseguró el diputado. Pero su decepción era enorme. "Israel ha cometido un error. Si quiere demostrar que no hay escasez, lo mejor que puede hacer es dejar que los observadores entren en el territorio", añadió.

La delegación había sido invitada por la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, financiada generosamente por España. Y su intención era visitar los campamentos de verano que gestiona para niños y extraer sus propias conclusiones sobre la situación humanitaria.

´MANIPULACION´ DE HAMAS El portavoz israelí, Yigal Palmor, explicó que el veto es rutinario. "Cada vez que entran ministros o parlamentarios europeos, Hamás manipula la visita para dar la impresión de que se han normalizado sus relaciones con la comunidad internacional", declaró. Pedret subrayó que su delegación no ha viajado para apoyar a Hamás. "De hecho, los campamentos de verano de la UNRWA están mal vistos por ellos", apostilló.

Sí se deja pasar, en cambio, a pesos pesados de las poderosas organizaciones trasnacionales, cuyas visitas suelen ser fugaces y están rodeadas de grandes medidas de seguridad. Recientemente han entrado en Gaza la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Para el Ministerio de Exteriores español la situación tampoco es excepcional. Fuentes del departamento de Moratinos recordaron que no es la primera vez que Israel actúa de esta manera, aunque abogaron por una "solución negociada" para poner fin a esa "conducta reiterada".