El candidato de IU al Congreso, Gaspar Llamazares, hizo parada ayer en Barcelona, donde presentó un ambicioso plan para la próxima legislatura. Llamazares apostó por una reforma del modelo institucional en la línea de un Estado "federal y plurinacional". Las modificaciones comenzarían por la Constitución, seguirían por la descentralización del poder judicial y culminarían con una reforma del Senado, para que deje de ser una Cámara "a medio camino entre lo territorial y lo político".

Puestos a profundizar en el diseño autonómico del Estado, el coordinador general de IU también defendió el derecho a decidir de los pueblos, pero "desde la federalidad", por lo que se mostró contrario a cualquier tipo de independencia. Llamazares aclaró que, "desde el punto de vista filosófico", su partido defiende el derecho de autodeterminación, aunque inmediatamente argumentó que los pueblos "se van autodeterminando con iniciativas como la reforma de sus estatutos y en cada convocatoria electoral".

Llamazares reclamó un voto "rebelde" que les permita influir en el tapete poselectoral, y alertó de que el voto al PSOE es "el más inútil de todos", porque pretende ganar con el "voto del miedo".