Las convulsiones del euro están poniendo en bandeja a Izquierda Unida la campaña. Las arremetidas contra Italia, Grecia y la deuda española dan argumentos a Cayo Lara para arremeter día sí, día también, contra los mercados y los especuladores, y presentarse en el auténtico defensor de los trabajadores.
Por ejemplo, en referencia a la intención de Francia y Alemania de crear una Europa a dos velocidades, el candidato de IU a la presidencia del Gobierno se ha mostrado convencido de que ya existe una alianza a distintos ritmos porque las “políticas de apoyo a la especulación financiera” han generado “la vertebración del continente”. “Los especuladores no pueden estar por encima de la economía productiva ni de los intereses de los pueblos”, ha dicho hoy en Pamplona.
La situación del euro fue también el tema principal del mitin que ofreció anoche en Madrid, donde cargó contra el PSOE, el PP, y otras fuerzas conservadoras como PNV y CiU, por contribuir a la creación del “monstruo de Frankenstein” en el que se ha convertido la UE y que ahora se ha “revuelto” contra sus propios creadores. Ese monstruo, añadió, “impone recortes” a los países que crean “más crisis y más paro”.
Lara emula el estilo mordaz que Gaspar Llamazares adoptó en la tribuna del Congreso y que le reportaba un minuto de gloria en casi todos los telediarios. Por ejemplo, para hablar de Italia ha echado mano del mito de Saturno “que devora a sus hijos ultraneoliberales”, en referencia a Silvio Berlusconi, “esa joya de virtudes democráticas”.
El líder de IU ha criticado también el Gobierno de concentración planteado por el candidato de CiU. “Igual lo que quiere Josep Antoni Duran Lleida es un ministerio en ese Gobierno”, ha ironizado en Pamplona. Para Lara es “alarmante” que CiU acuse al Gobierno de España de la mala gestión de la crisis y pida más recursos para Catalunya, cuando esta formación es la “responsable de que las cuentas del Estado estén con el déficit que están, por las rebajas fiscales a los más ricos”.
El dirigente, en contraposición con UPD, formación con la que compite para revalidar el tercer puesto en número de votos a nivel nacional, no oculta que quiere pescar en el descontento con el PSOE. “Vamos a pedir el voto a la base social del PSOE”, reconoce, así como a los que pretenden abstenerse o votar en blanco o nulo. “Con eso no van a cambiar el sistema”, sentencia.
