IU considera que la monarquía no es hoy un factor de estabilidad, "antes al contrario, se ha convertido en un serio problema" para España y su credibilidad internacional, al aparecer como "una institución salpicada por la corrupción y los escándalos".

En un manifiesto, a propósito del aniversario de la República que se celebra mañana, esta formación afirma que en estos momentos de "desprestigio de los grandes partidos" las instituciones políticas pueden avanzar en salidas tecnócratas, pero también se puede refundar la democracia y la política en favor de la mayoría social.

Tras recordar que están al lado de los que exigen más democracia, IU precisa que sólo es legítimo el régimen que es república, "cosa pública, en cuyo cuidado y gobierno todos están comprometidos ejerciendo la responsabilidad de su condición de ciudadanía".

En su opinión, la crisis del modelo de Estado surgido de la transición, la pérdida de representatividad de las referencias políticas, las esclerosis de las instituciones del Estado ligadas al clientelismo bipartidista, su profunda corrupción, la oligarquización política o la quiebra del referente europeo como espacio de igualdad y libertades son manifestaciones de una crisis profunda de la política.

Destaca que "lo que hace aguas" hoy son aspectos sustanciales del "pacto de la transición", ya que el "Estado social de derecho" sufre recortes; las libertades políticas se restringen; la Ley Electoral es injusta; la España de los pueblos no da salida a las aspiraciones de los mismos; la aconfesionalidad es letra muerta y "el blindaje de la institución monárquica se resquebraja dejando en evidencia su inutilidad".

Se refiere a la crisis económica y sus consecuencias, al "caso Bárcenas", que "ha puesto en evidencia el entramado corrupto en que se sustenta el Partido Popular y su alianza con las oligarquías" o el "caso Urdangarin", que "ha conseguido la ruptura del tabú de la monarquía".

Para IU, hay que ampliar aún más la democracia para conseguir que todos los cargos electos, incluido el jefe del Estado, sean elegidos por el pueblo; que los derechos de las personas se cumplan; que se profundice en la descentralización hasta llegar a un Estado federal y que lo prioritario sean la creación de empleo, la protección social y los servicios públicos.

Para conseguir todo ello, es necesario un nuevo "proceso constituyente" que desemboque en una República.