IU cuenta con que el pacto "táctico" que ha sellado con Podemos para ir juntos a las elecciones le garantice ocho escaños en el Congreso si se repiten los resultados del 20D, y uno de ellos será Alberto Garzón, que ocupará el quinto puesto por Madrid, más seguro que la cabeza de lista en otras provincias.

Según han confirmado a Efe fuentes de la dirección de IU, la federación de izquierdas encabezará las listas al Congreso por Palencia, Ciudad Real y Teruel, donde ninguna de las dos fuerzas políticas obtuvo representación el pasado 20 de diciembre.

No obstante, Podemos ha calculado que sumando sus resultados de diciembre a los de IU, ahora sacarían diputado en Ciudad Real y Teruel, mientras que en Palencia requerirían que esa suma de votos diera un resultado "sensiblemente superior".

Las bases de Podemos e IU se pronuncian hoy y mañana sobre esa coalición electoral, que debe registrarse en el Ministerio del Interior el próximo viernes, y cuyo nombre aún no se ha desvelado, aunque las fuentes de la federación de izquierdas han asegurado que la marca "Unidos Sí Se Puede" tiene muchas posibilidades de salir adelante.

Una unión "táctica", según ha defendido en una entrevista con Efe la responsable de Análisis y Programa de Podemos, Carolina Bescansa, que no fue posible para el 20D, pero que ahora ha propiciado la situación "excepcional" y de urgencia social y política del país.

En el reparto acordado, Izquierda Unida cuenta con 13 puestos en las listas.

Así, para el Congreso y además de Garzón en el número 5, por Madrid entrarían también la diputada Sol Sánchez en el número 9 y el abogado Enrique Santiago en el 11, un puesto que tiene más riesgo de no convertirse en escaño.

Podemos obtuvo ocho escaños por Madrid e IU dos, por lo que ahora han calculado que el 26 de junio podrían lograr diez u once sumando sus votos.

IU ocupará también el número 3 por Sevilla, detrás de Sergio Pascual y Auxiliadora Honorato, que ya fueron diputados de Podemos en la pasada legislatura, un puesto que, según la formación morada, la coalición convertiría en escaño.

En Málaga, Córdoba y Álava, IU tendrá el segundo lugar mientras que irá en el tercero en las circunscripciones de Sevilla, Cádiz, Asturias y Zaragoza, donde, como en Teruel, han acordado repartirse el escaño con Podemos a lo largo de la legislatura.

Para hacer posible ese reparto, en Zaragoza será Podemos quien inicie la legislatura, por lo que el número tres corresponderá a IU que asumirá el escaño cuando el número dos de Podemos lo deje a los dos años, mientras que en Teruel sería al contrario y la legislatura la iniciaría IU-Unidad Popular.

De los trece puestos pactados, dos de ellos compartidos, solo seis, en opinión de algunos miembros de la Ejecutiva de IU, son "cien por cien seguros" porque el resto están "muy en el aire" ya que hay varias circunscripciones en las que Podemos no sacó representación.

Cataluña, Valencia y Galicia quedan fuera del acuerdo de coalición, ya que allí se está negociando de forma paralela cómo concurrirán las confluencias e IU al 26J.

En el Senado, IU contaría con cinco senadores por Madrid, Lanzarote, Murcia, Andalucía y Navarra, y uno más en Asturias -que iría como suplente del candidato de Podemos- condicionado al caso de que IU no obtuviera representación por la lista del Congreso.

Podemos e IU han pactado también un documento programático, en el que incluyen entre otras promesas la convocatoria de un referéndum "con garantías" en Cataluña al amparo del artículo 92 de la Constitución para que los catalanes decidan su encaje territorial en España.

El documento, titulado "Cambiar España: 50 pasos para gobernar juntos", recoge las medidas o "espacios de intersección" que ambos partidos consideran que deben ser las líneas de actuación de un futuro Gobierno de progreso y de cambio, en su mayoría sociales y económicas.

Proponen elevar los ingresos impositivos en unos 30.000 millones anuales y mantener el gasto público en un 43,3 % del PIB durante la legislatura, lo que supondría subir en torno a 15.000 millones de euros el gasto anual.

La idea es mantener la ratio gasto público/PIB en su nivel actual (43,3 %), pero contando con un crecimiento económico en los próximos años que ya no calculan tan acusado como en el programa con el que Podemos se presentó a las elecciones del 20 de diciembre.

Así, influidos por una menor previsión de crecimiento dado el entorno de desaceleración europea, han pasado de proponer un gasto anual de 24.000 millones adicional a otro de 15.000, y una subida de ingresos de 30.000 millones frente a los 40.000 anteriores, ha explicado a Efe el responsable de Economía de la formación, Nacho Álvarez.