La comparecencia pública del dirigente de la izquierda aberzale Arnaldo Otegi demostró ayer el duro golpe que ha supuesto para el mundo radical la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que confirma la ilegalización de Batasuna y Herri Batasuna, un pronunciamiento que sepulta su última esperanza de alcanzar alguna representación institucional en próximos comicios. Otegi se lamentó de que el Tribunal de Estrasburgo haya dado "protección jurídica al recorte de libertades en Europa".

La izquierda aberzale necesitó más de 24 horas para hacer un análisis "de urgencia" sobre la sentencia. Otegi calificó el fallo, sin paliativos, de "muy mala noticia" y de "catástrofe para el conjunto de la ciudadanía europea" porque, dijo, avala jurídicamente el "apartheid" de la izquierda aberzale.

INVISIBILIDAD Con todo, Otegi trató de aparentar que la decisión era esperada y que no empeora la situación en que se encuentra la izquierda aberzale. Destacó que se ha constatado el fracaso de los intentos de dejar en la "invisibilidad" a este colectivo y puso como ejemplo la presencia de Iniciativa Internacionalista (II) en las europeas. Precisamente, esta fuerza acusó al Gobierno de haber hecho todo "lo necesario" para que Estrasburgo fallase a favor de la ilegalización de Batasuna.