La opacidad y la lógica indescifrable de la izquierda aberzale han originado en el País Vasco una floreciente escuela de batasunología. No hay corrillo de analistas, periodistas o políticos que no indague, especule y moldee teorías sobre el sentido subyacente de las decisiones de los extremistas. Días atrás, al conocerse la prohibición de las candidaturas de D3M y Askatasuna, la mayoría de los analistas vascos consultados vaticinaban que los radicales pedirían la abstención. Este pronóstico se fundamentaba en dos suposiciones.

La consigna de no votar permitiría a la izquierda aberzale controlar mejor al electorado, intimidarlo incluso, sobre todo en los pueblos pequeños. Además, evitaría la contabilización real de su fuerza, pues podría engordarla agregando a su cuenta a los abstencionistas puros. Pero los extremistas echaron por tierra el cálculo de los batasunólogos al lanzar la consigna de voto nulo; es decir, votar con las papeletas de las listas prohibidas. La nueva interpretación de los signos apunta que los herederos de Batasuna piden el voto nulo para evitar que otras candidaturas independentistas, como Aralar (el diablo traidor: una escisión de Batasuna que reniega de ETA) y Eusko Alkartasuna, saquen mayor partido de los restos electorales. Se trataría, sobre todo, de impedir el crecimiento de Aralar en Euskadi, después de que en Navarra ha copado todo el espacio electoral de la izquierda aberzale. Esta explicación parece verosímil, aunque nunca se sabe. En este campo, la lógica ni siquiera es líquida como la modernidad del sociólogo Zygmunt Bauman, sino gaseosa.

Tasio Erkizia, antiguo dirigente de Herri Batasuna, hoy recuperado como portavoz oficioso de la izquierda aberzale, no entra en estos cálculos. Sentado frente a una copa de vino de Rueda, en un bar del Casco Viejo de Bilbao, repite que los suyos no sucumbirán al desánimo. "Cuanto más nos reprima el Estado, más iniciativas políticas tomaremos". ¿Qué iniciativas? "En cada momento se verá. No vamos a claudicar".

Erkizia da sorbos muy pequeños; apenas se humedece los labios. ¿Qué hace falta para que ustedes renieguen del terrorismo? "Hay razones para creer que es posible abrir un nuevo proceso de negociación". ¿Pero ustedes van a condenar los asesinatos de ETA? "No vamos a caer en la trampa. Aquí, la violencia no viene de un solo lado. El Estado reprime violentamente al pueblo vasco. Nosotros vamos a seguir trabajando políticamente por el diálogo, pero el Estado solo responde con represión. El franquismo sigue vivo".

¿Piensa realmente usted que el Gobierno español es franquista? "Hoy, en Euskadi, hay tanta represión como en el franquismo. No, más aún". Los batasunólogos no osan predecir si la exclusión electoral de D3M y Askatasuna desanimará a sus simpatizantes o los cohesionará.

Se acepta la idea de que entre 1998 (cuando la izquierda aberzale dibujó su techo electoral, con 225.000 votos y 14 diputados) y el 2005 (150.000 papeletas y 9 escaños), los extremistas cedieron a la abstención o a otras opciones nacionalistas todos sus electores susceptibles de fuga. Los 150.000 que quedan, o algunos menos, se cree que están muy fidelizados.

ATAQUE A IBARRETXE La ministra de Defensa, Carme Chacón, criticó ayer en Bilbao a Juan José Ibarretxe. No le censuró por su plan soberanista, sino por haber intentado descalificar a los socialistas diciendo que han actuado contra la izquierda aberzale porque les ha interesado manipular el mercado del voto.