La corriente Izquierda Socialista (IS) quiere que el programa del PSOE para el 20-N recoja la revisión de la fiscalidad de las sociedades de inversión de capital variable (Sicav), la imposición fiscal sobre beneficios bancarios, el control de los "bonus" para ejecutivos y la dación en pago en hipotecas.

Estas son algunas de las propuestas que esta corriente interna del PSOE plantea en un documento para que se discutan en la conferencia política que los socialistas celebrarán los días 30 de septiembre y 1 y 2 de octubre, de la que saldrán las líneas maestras del programa electoral.

Su apuesta es que el PSOE se presente a las elecciones del 20-N no sólo con un nuevo candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, sino también con un programa que afronte por la izquierda la salida de la crisis económica.

Izquierda Socialista cree que en las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero se han impulsado notables avances en el reconocimiento de derechos cívicos y en la redistribución de la riqueza, pero es consciente de que a la hora de votar los ciudadanos van a tener en cuenta también las medidas de ajuste aplicadas frente a la crisis, "puestas en marcha bajo la presión de los mercados".

"Unas medidas que han sido percibidas por amplios sectores de la ciudadanía como injustas por suponer un reparto desequilibrado de las cargas, perjudicial para quienes no han sido responsables de la crisis que padecemos", aprecia IS en el documento.

En opinión de esta corriente crítica, el "desconcertante giro político" entre el discurso político que venía sosteniendo el PSOE y el planteamiento de una dura política de ajuste "ha erosionado la credibilidad política de los socialistas y la confianza del electorado en el Gobierno".

Pese a que se han tratado de salvar las políticas sociales y defender logros de los trabajadores, medidas como la reforma de las pensiones, la bajada de sueldo a los funcionarios o la destinada a reforzar el sistema bancario "han consolidado la imagen de un tratamiento muy desequilibrado entre unas y otras".

Tras considerar que la manera de gestionar la crisis ha desdibujado el proyecto socialista ante su base social, IS aboga por "resituar claramente al PSOE en la izquierda, con un proyecto reelaborado y creíble".

En política económica, recomienda el apoyo a las empresas, condicionado a creación y mantenimiento del empleo, así como reformar el sistema fiscal, reforzando su progresividad y reequilibrando rentas del trabajo y rentas del capital.

La erradicación del fraude fiscal y de la economía sumergida, la recuperación de banca pública a partir del ICO o la coordinación de políticas de urbanismo y vivienda con perspectiva "federal" son otros de sus planteamientos.

Igualmente aconseja defender el sistema público de pensiones, potenciar el diálogo social, con apoyo a la actividad sindical, proteger los derechos laborales, respaldar la negociación de convenios colectivos, reforzar la formación profesional y la formación continua de los trabajadores, e integrar a la población inmigrante en el mercado laboral.

La defensa de la educación y la sanidad públicas, además de la laicidad en la enseñanza, el replanteamiento de los conciertos educativos con centros privados con criterios redistributivos y el desarrollo y aplicación de la ley del aborto y de la ley de muerte digna también forman parte de su elenco de propuestas.

Otras medidas hacen referencia a la reforma del Senado, al replanteamiento de las diputaciones provinciales, al desarrollo del sistema de financiación de las autonomías y de los ayuntamientos, la reforma de la ley electoral para una representación más proporcional de la ciudadanía y el impulso de una ley sobre derechos y obligaciones electorales.