Con el acto de presentación de los estatutos de su nueva fuerza política, que se celebrará hoy en Bilbao, Batasuna ha conseguido crear tanta expectación que todos los partidos ya se han posicionado sin conocer siquiera el alcance de los compromisos que adquirirá frente a ETA. El Gobierno, principal destinatario de la presión para que la nueva marca sea legalizada, dejó claro ayer, a través del ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, que para ello "no bastará con una declaración jurídica o política más o menos hábil" de distanciamiento de las acciones de la banda terrorista, sino que será necesario "demostrarlo en la práctica, con una trayectoria que rompa con 25 años de conexión con ETA".

En declaraciones a la SER, Jáuregui explicó que, cuando los responsables de Batasuna viajen a Madrid para inscribir el nuevo partido en el registro del Ministerio del Interior, mañana, el Ejecutivo remitirá la petición a la fiscalía y lo más probable es que esta y los tribunales "dictaminen que no es suficiente" cualquier cosa que se diga en los estatutos, "porque los jueces ya han acreditado que esos señores que presentan la petición forman parte de ETA".

OBSESION DE MAYOR OREJA El ministro mostró también su disgusto por "la obsesión enfermiza" del portavoz de PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, que insiste en vincular al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con la banda. Jáuregui advirtió de que sus palabras "no son congruentes con la relación de sintonía" que mantienen el PP y el PSOE en materia antiterrorista, y pidió a la cúpula de los conservadores que rectifique a su europarlamentario.

En una demostración de esa sintonía, la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, alertó a los integrantes de la izquierda aberzale de que "tendrán que demostrar durante mucho tiempo que, de verdad, quieren comportarse como demócratas, porque el PP no consentirá que participen en las elecciones". El PP "tiene muy claro que ETA debe disolverse, entregar las armas", alertó De Cospedal, ante las especulaciones de que nuevas marcas de Batasuna se presenten a las próximas elecciones municipales.

"Como llevan 50 años matando tendrán que demostrar durante mucho tiempo que, de verdad, quieren comportarse como demócratas y que condenan el terrorismo", amplió.

PACTO CON EL GOBIERNO La dirigente conservadora no hizo referencia, sin embargo, a las palabras de Mayor Oreja ni a la manifestación desarrollada el día antes en Madrid "contra la tregua trampa de ETA", así que el eurodiputado siguió en sus trece. "Existe un pacto entre el Gobierno y ETA que exige que Batasuna esté en las instituciones", insistió ayer Mayor Oreja. A la vez, denunció que todo era una "escenificación" del Gobierno que, "a partir de ahora, va a dar la impresión de quiere evitar" que Batasuna se presente a las próximas elecciones.

El PNV sostiene, en cambio, que Batasuna va estar en las elecciones porque, si no se legaliza su nueva marca, recurrirá a "planes B o C, o pedirá el voto a otras siglas". "Todo el mundo sabe", incluyendo el Ejecutivo central y el Partido Popular, que la izquierda aberzale "estará en las elecciones de un modo u otro", aseguró el presidente de los nacionalistas vascos, Iñigo Urkullu, para quien lo más realista sería dejar que concurra "con sus siglas para que emprenda el camino de la política".

El presidente peneuvista añadió que si la izquierda aberzale cumple la ley de partidos y las sentencias judiciales "nadie debería impedirle terminar con lo que ha empezado".