El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, pedirá este viernes al secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, la colaboración de la Iglesia para transformar el Valle de los Caídos en un lugar de reconciliación sin cuestionar su uso como basílica ni la presencia de los benedictinos en el lugar.

Jáuregui, junto con la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, tiene previsto almorzar con Bertone y con el nuncio del Papa, monseñor Renzo Fratini, con motivo de la visita a España de Benedicto XVI. Según ha explicado el propio ministro, su intención es hablar con los representantes del Vaticano sobre el Valle de los Caídos para explicarles la necesidad de transformar la zona en "un lugar de memoria reconciliada" y que deje de ser "un espacio de lo que fue el viejo nacional-catolicismo franquista".

"Tenemos que darle la vuelta a eso", ha señalado Jáuregui, que ha hecho hincapié en que el propósito del Gobierno no es cuestionar la presencia de los benedictinos ni el carácter religioso de ese templo.

Una comisión de expertos está preparando un informe, por encargo del Gobierno, sobre los usos futuros del Valle de los Caídos, que debería estar listo para el próximo mes de octubre, antes de las elecciones del 20 de noviembre. En esa fecha se conmemora el aniversario de la muerte de Francisco Franco, enterrado en el lugar y cuyos restos podrían ser trasladados a otro sitio.

Jáuregui ha negado que el Gobierno mantenga negociaciones con la familia Franco para exhumar los restos y ha argumentado que esa es una cuestión que determinará la comisión de expertos. "Hasta que no conozcamos el informe de los expertos, no hay ningún tipo de intervención por parte del Gobierno, que va a tratar de ser respetuoso con el encargo que hicimos y con la discreción que hemos pedido a la comisión y al propio Gobierno en esta materia", ha asegurado.