El escritor y académico Javier Marías, que recoge esta noche el premio Formentor de las Letras 2013, es una de las voces más criticas y comprometidas de la literatura, y asegura que, después de esa especie de burbuja vacacional de agosto, la vuelta está llena de "desánimo".

"Me temo -explica el autor a Efe- que, por mucho que diga el Gobierno que lo peor ha pasado, la situación es muy mala: sigue habiendo seis millones de parados y contratos más que precarios, del Medievo. Este Gobierno actúa de manera muy poco democrática en general, no sólo en los recortes económicos sino en recortes de derechos y libertades".

"Hay un montón de cosas que están haciendo que pasan más inadvertidas -argumenta el autor- porque parecen noticias menores, pero son graves; porque resulta, por ejemplo, que ahora se va a poder juzgar determinados casos por el código militar, o que los detectives van a tener que hacer un informe de su trabajo para entregarlo a la policía. Con ello se acaba la privacidad. Son ejemplos, indicios de algo grave. Se cambian las leyes y todo eso es escasamente democrático", sostiene el escritor, horas antes de recibir el premio Formentor.

Para el autor de "Tu rostro mañana" o "Los enamoramientos", que se encuentra inmerso de pleno en la escritura de su decimocuarta novela, la democracia no consiste simplemente en ganar unas elecciones, sino en gobernar democráticamente cada día. "Y eso es una cosa de la que este Gobierno no tiene ni idea", precisa.

Pero para Javier Marías, que ha recibido el premio Formentor, entre otras cosas, por ser uno de los escritores más admirados en Europa, "en España y en el resto de Europa, los políticos están impermeabilizados. No escuchan y les da igual lo que les diga la calle, la sociedad o un grupo de intelectuales que firmen un manifiesto".

"Es difícil que un intelectual pueda hacer cambiar de opinión, a algún lector individual sí, pero a un político, no. Los políticos han desactivado el Parlamento, la justicia y la sociedad. Si les da igual lo que digan los ciudadanos que salen para pedir que no recorten en educación o sanidad, cómo van a hacer caso a un escritor, a lo mejor a un (Mario) Vargas Llosa, pero ni eso", sostiene el académico.

En cuanto a un posible ataque a Siria por las matanzas de Damasco y el uso de armas químicas contra su población civil, Marías asegura que no tiene una posición clara y que no se "avergüenza" por ello. "Me irritan los tertulianos que chillan y parece que saben de todo, sin saber".

"Hace diez años, en Irak, no había necesidad de ninguna intervención, pero en este caso, no lo sé muy bien, es muy difícil tener una opinión clara. Entiendo que lo que está haciendo (el presidente de Siria, Bachar) Al Asad es horrible pero entiendo también las dificultades de meterse en un asunto de este tipo, cuando están Rusia y China por medio son muy grandes".

Marías desvela que tiene en proyecto entre manos con Hollywood para que su novela "Tu rostro mañana" sea llevada al cine muy pronto, pero no quiere decir más sobre quién la rodará.

Sin embargo, confirma que uno de sus cuentos, "Mientras ella duerme", va a ser dirigido por el cineasta chino Wayne Wang, el autor, entre otras, de películas como "La caja china" o "Smoke".

El premio Formentor, que se creó en 1961 por Seix Barral y las editoriales más importantes de Europa, se entrega en el hotel que lleva el mismo nombre, en medio de un paraje natural, con el silencio y el aroma de los pinos como únicos testigos, y dejó de entregarse en 1967 por la desconfianza del régimen de Franco, como también recuerda a Efe Marías.

Hoy, restaurado, dotado con 50.000 euros e impulsado desde hace tres años por el hotel Formentor y las familias Barceló y Buadas, recupera ese aroma "mítico y heroico" que tenía el premio y que en su primera etapa lo obtuvieron autores como Jorge Luis Borges, Samuel Beckett, Carlos Semprún o Witold Gomobrovicz.

Y en su segunda etapa, Carlos Fuentes, Joan Goytisolo y ahora Javier Marías.