El director general del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, requirió ayer por escrito a José María Aznar que devuelva los documentos secretos sobre la masacre del 11-M que ha dicho que tiene en su poder. El nuevo responsable de los servicios secretos españoles advierte de que si esos informes se filtrasen a los medios de comunicación, al margen de que pudiera constituir un delito legal, se produciría un "daño" a la seguridad nacional. Aznar reconoció el viernes pasado en la emisora W Radio de Colombia que tiene en su poder "todos los informes del CNI".
NI FOTOCOPIAS Partiendo de esas declaraciones, Saiz dijo en la comisión de investigación del 11-M: "Me he dirigido a él personalmente para comprobar si se refiere a documentos o a información. Y si se refiere a los documentos, le pido que los devuelva al centro". El responsable del CNI avisó de que quien recibe los documentos secretos es responsable de custodiarlos y no puede "difundir ni fotocopiar" su contenido. Negó, en cambio, que tenga que destruir los documentos, pese a que su antecesor en el cargo, Jorge Dezcallar, dijo que había que hacerlo.
Saiz aclaró que la función principal del CNI es elaborar información para proporcionarla al presidente del Gobierno y al Ejecutivo, con el fin de que tomen las decisiones pertinentes. "Y como Aznar ya no es presidente, está obligado a garantizar su custodia", añadió.
Según fuentes gubernamentales, Aznar tuvo acceso al informe del CNI sobre las conversaciones que mantuvieron el 13 de marzo el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, y el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegui, que se filtró al diario El Mundo . Sin embargo, ese informe no se le entregó al entonces ministro de Defensa, Federico Trillo.
Finalmente, Saiz criticó la filtración y afirmó que España parece "un país bananero" porque los políticos se "echan a la cara" las notas de carácter confidencial. Todos los grupos parlamentarios, salvo el PP, coincidieron y exhortaron a José María Aznar a devolver todos los documentos que tenga en su poder.
