El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, explicó ayer que, "por primera vez", este organismo ha pedido a los ministerios que le expliquen qué necesidades de información tienen para diseñar la directiva de espionaje anual. Este documento se acuerda en el seno de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia (presidida por el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba) y supone la hoja de ruta para el CNI de los 12 meses siguientes.

LISTA DE PRIORIDADES Sanz hizo este comentario en el segundo Congreso Internacional de Inteligencia organizado por las universidades Carlos III y Rey Juan Carlos de Madrid. El director del CNI está recabando desde el pasado mes de marzo las peticiones de los diferentes organismos del Estado para elaborar la directiva, que destaca 20 objetivos generales en una lista de prioridades. El Ministerio de Economía, por ejemplo, ha reclamado ayuda para vigilar de cerca el origen de los posibles ataques al euro, una petición que este departamento hizo también en febrero, cuando hubo una oleada contra los mercados financieros de España y Grecia.

El CNI cuenta con una división dedicada al espionaje eco- nómico que se encarga, entre otras cosas, de defender los intereses españoles en sectores estratégicos y evaluar el riesgo político de países donde se quieren asentar las compañías.

Sanz manifestó que el objetivo de su iniciativa es que los ministros y otros altos cargos del Estado puedan "tener elementos de juicio" antes de tomar según qué decisiones. Hasta ahora, era el Centro Nacional de Inteligencia el que elaboraba la directiva anual y se la presentaba al Ejecutivo para su aprobación. "Todo lo que hacemos lo hacemos a las órdenes del Gobierno. El CNI no es un radical libre. No elige lo que ha de hacer", declaró el jefe de los espías.

"SIN EXPERIENCIA" En su discurso, Sanz también quiso llamar la atención sobre las "nuevas amenazas" y el poco tiempo que se tiene a veces para reaccionar. El director del CNI dijo que la misión de los servicios de espionaje es "cada día más difícil". "Algunos riesgos y amenazas se nos vienen encima y nos cogen casi sin experiencia y sin capacidad de reacción", advirtió.

Sanz aseguró que, lejos de lo que pueda pensarse, el CNI no está centrado únicamente en el terrorismo, sino que ha entrado en ámbitos hasta ahora reservados a las fuerzas de seguridad, como el tráfico de seres humanos, el crimen organizado y el blanqueo de capitales. El jefe de los espías también hizo referencia al espionaje económico y el terrorismo cibernético.

Por otra parte, Sanz supo ayer que la Audiencia Nacional ha rechazado que él, la ministra Carme Chacón (Defensa) y el exministro Miguel Angel Moratinos (Asuntos Exteriores) tengan que declarar como testigos en el juicio por el secuestro del atunero vasco Alakrana. La defensa quería que aclararan al tribunal si hubo pago del rescate.