El jefe del aparato militar de ETA, Ibon Fernandez de Iradi, Susper, logró escapar la noche del sábado de la comisaría de Bayona (suroeste de Francia), donde estaba detenido desde el jueves con otros ocho presuntos etarras. Según fuentes policiales francesas, se evadió deslizándose a través del tragaluz sin barrotes de la celda en la que estaba aislado sin suficientes medidas de seguridad. El ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, reconoció ayer que se habían producido "graves negligencias" y suspendió provisionalmente a los cinco agentes que vigilaban a Susper.

Mientras su compañera Beltzane Obanos y los otros siete detenidos en la redada del sur de Francia permanecían juntos en las salas de interrogatorio de la policía judicial de Bayona, el sábado Fernández de Iradi fue separado del grupo por estar considerado en Francia como un "fugitivo peligroso". El etarra fue confinado en una celda habitualmente reservada a los detenidos por sufrir intoxicación etílica, una estancia cuyo sistema de seguridad es mucho más laxo que el de las salas de interrogatorio.

"FISICO ALTO Y FLACO"

Se trata de un cuarto con un largo banco y un respiradero o tragaluz --sin barrotes y de un metro de alto por algo más de 20 centímetros de ancho-- situado a unos tres metros de altura. Por ese hueco se coló el escurridizo etarra gracias a su "físico alto y flaco", alegaron consternadas fuentes policiales francesas: "Realmente increíble, como en las peores películas".

Las mismas fuentes sospechan que Fernández de Iradi utilizó el banco de la celda para tomar impulso y así alcanzar el tragaluz. Contorsionando su cuerpo "gracias a una gran agilidad y una extraordinaria forma física", logró pasar por la estrecha apertura que da al patio del complejo policial. Luego escaló el muro de la parte trasera --de casi dos metros de altura-- y salió por la puerta metálica de la comisaría.

En un comunicado, la Prefectura de los Pirineos Atlánticos, con sede en Pau, confirmó la evasión de Susper en "la tarde noche del 21 de diciembre". Su desaparición fue descubierta a las dos de la madrugada de ayer, y de inmediato se activó el operativo de busca y captura del etarra. Ayer un equipo de la Inspección General de la Policía Nacional desplazado a Bayona investigaba las circunstancias de la fuga.

EL MINISTRO GALO, "DESOLADO"

La evasión provocó "ira y estupefacción" en la Administración gala, y especialmente en el ministro Sarkozy, que contactó rápidamente con el titular español de Interior. Según declaró el propio Angel Acebes, Sarkozy le expresó su "desolación, incredulidad y preocupación" y le anunció su decisión de dirigir el dispositivo abierto para aclarar los hechos. Horas después, Sarkozy anunció la suspensión provisional de cinco agentes de la comisaría.

Acebes admitió que la evasión de Susper pone "una nota negativa en una semana en la que ha habido un golpe muy importante a la banda terrorista", pero aseguró que este hecho no va a hacer sino "reforzar el empeño" francés en la lucha contra ETA. También dijo que "todos los terroristas son detenidos; caen todos y Fernández de Iradi caerá".

Mientras, ETA ha vuelto a remitir una nueva remesa de cartas reclamando el impuesto revolucionario a los empresarios vascos, ahora dirigida a los del sector del transporte, según informaron ayer fuentes de Interior.