Gorka Aguirre, responsable de relaciones internacionales del PNV y yerno del exconsejero de Interior del Gobierno vasco Luis María Retolaza, supo que ETA quería ser avisada puntualmente si los empresarios vascos recibían nuevas cartas de extorsión después de la declaración del alto el fuego, según las conversaciones grabadas por la policía a Joseba Elosua, uno de los 12 detenidos en la red contra el aparato de finanzas de la organización terrorista.

La policía grabó la conversación que Elosua mantuvo con Aguirre el pasado 18 de abril después de que ETA le prohibiera mandar más cartas de extorsión, pero le permitiera cobrar a los empresarios que habían recibido las misivas antes del alto el fuego. Elosua, que regentaba el bar Faisán , preguntó a Aguirre si había recogido "el último panfleto" (la última carta), y también le comentó que la banda terrorista había pedido ser "informada puntualmente en el caso de detectarse nuevas cartas, probablemente para conocer y contrarrestar la acción paralela de un grupo incontrolado".

Dos días después, Aguirre acude al bar de Elosua y este le entrega en un periódico doblado por la mitad "lo que se distingue como varios sobres", según la policía. Esos sobres le habían sido entregados unas horas antes por el responsable de la trama José Luis Cau, detenido en Francia, que se encargaba de coordinar y canalizar las peticiones del pago del impuesto revolucionario.

EL PAPEL DE MADARIAGA Además, Elosua ha explicado a la policía que Julen Madariaga le entregó una cantidad de dinero, pero que era un préstamo. Sin embargo, la policía sospecha que ese dinero procedía de la extorsión a la que podían haber sido sometidas personas del entorno del fundador de ETA y que Madariaga podría haber actuado como intermediario.

El juez Fernando Grande-Marlaska interrogó ayer a Jean-Pierre Harocarene, que admitió que se integró en el aparato de finanzas de ETA en 1996 por mediación de un histórico dirigente de ETA, ya fallecido. Asimismo, asumió que se encargaba de recabar información sobre la solvencia económica de empresarios vascos y que Cau le proporcionaba las cartas de extorsión. También acusó a Cristina Larrañaga de fiscalizar la información y a Elosua de ser el encargado de enviar las cartas y de cobrar, en algunas ocasiones, el dinero a los empresarios extorsionados.

ETA, según su declaración policial, realizaba dos remesas de cartas de extorsión al año. El fiscal pidió su ingreso en prisión por integración en banda terrorista. Hoy declaran los otros cuatro detenidos en España. El resto lo hará en Francia.

Mientras, la polémica a cuenta del proceso de paz sigue. El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, consideró "indigno" que Mariano Rajoy reclame al Gobierno explicaciones sobre el último comunicado de ETA y que aclare "si tiene compromisos" con la banda. López Aguilar recomendó "contención y mesura" al PP.