Cerca de 18.000 militantes del Partido Socialista de Madrid (PSM) decidirán hoy quién será el rival de la popular Esperanza Aguirre en las autonómicas de mayo: Trinidad Jiménez, ministra de Sanidad y candidata de José Luis Rodríguez Zapatero, o Tomás Gómez, secretario general del PSM, apoyado por distintos sectores del socialismo. Aunque ambos aspirantes se han cuidado de que en el rigor de su pelea la imagen del presidente del Gobierno no se vea ensuciada, resulta difícilmente negable que Rodríguez Zapatero también se juega algo en estas primarias.

Durante sus respectivos actos de campaña, ambos aspirantes, que obtuvieron un número de avales similar, trataron ayer de movilizar a sus bases. "Tenemos que conseguir que nuestros trenes viajen cargados de votos, de ilusiones, de proyectos, de iniciativas, de lo que somos y representamos los socialistas", declaró la ministra de Sanidad. El secretario general del PSM, por su parte, reconoció que esta batalla había provocado alguna fractura en su formación. "Deseo que llegue el lunes para volver a unir el partido y liderar la marcha imparable hacia la victoria", dijo.