Madrid El presidente del Congreso, el socialista José Bono (arriba, con uno de los visitantes que recibió la Cámara baja), recurrió ayer a la ropa interior para analizar el impacto que las filtraciones de la página web Wikileaks pueden tener sobre Estados Unidos. El país norteamericano, aseguró Bono, "se ha quedado en calzoncillos". El expresidente de Castilla-La Mancha, en cualquier caso, puso en duda la veracidad de las informaciones de la embajada estadounidense, que lo describe en uno de los cables como un "sabueso mediático". "Habría que ver si lo que contaba era verdad o era su verdad", señaló Bono.