Espiar las conversaciones de WhatsApp de quien quieras se convirtió en una tentación imposible de resistir para miles de usuarios que picaron en uno de los últimos timos de internet, gracias al cual un joven de 23 años --ahora detenido-- se embolsó en solo dos meses 40.000 euros a través de una inexistente aplicación.

Un gancho perfecto --la aplicación de mensajería instantánea para móviles más popular-- y un no menos atractivo reclamo --interceptar conversaciones de otros gracias a otra supuesta aplicación-- eran los ingredientes principales para hacer que la fórmula del engaño le diera al detenido buenos resultados.

Más de 11.000 suscriptores

Para que su supuesta aplicación de espionaje tuviera credibilidad en el gran escaparate de una red social --como Facebook o Twitter--, el estafador 'robó' más de 11.000 usuarios, a través de los cuales llegó a enviar más de ocho millones de mensajes publicitando tan revolucionaria herramienta.

Desde la red social, el estafador dirigía al usuario a otra web donde, en teoría, bastaba con pinchar el botón de descarga e introducir su móvil a cambio de obtener un código que activaría la deseada aplicación. Ahí la víctima caía en la trampa. Había picado en el timo, ya que, cuando el internauta introducía su número, lo que hacía era realmente suscribirse como titular de una línea de móvil a un servicio de mensajería Premium.

Sin denuncia

Percatados del engaño, y al descubrir que no existía ninguna aplicación, muchos de los estafados no han denunciado, debido al escaso importe individual del fraude y que, si hubiese sido cierto lo que prometía el uso de la herramienta descargada, sería delito.

A pesar de que las víctimas no hayan denunciado, los rumores de una aplicación que intervenía las comunicaciones de whatsapp circulaban por internet, e incluso la red social desde la que se 'hackearon' miles de cuentas llegó a consultar a la Policía sobre su existencia. Rápidamente comprobó que se trataba de un fraude, y localizó y detuvo al estafador en Murcia.