Emocionado, satisfecho, decidido a continuar su tarea como jefe del Estado, Juan Carlos reconoció anoche que ha querido ser "el Rey de todos los españoles". Un propósito que ha conseguido poner en práctica, según sus palabras, gracias a muchas personas que le han acompañado y ayudado lo largo de varias décadas y que han hecho posible construir una democracia "sólida, estable y avanzada."

En la celebración de su 70º cumpleaños, el Rey reunió en el palacio del Pardo a los cargos institucionales de sus 32 años de reinado. Unas 450 personas. Sin vuestra lealtad, les dijo, España no habría logrado su espectacular modernización.

En la tarea de trabajar por un país mejor implicó al conjunto de la sociedad española y proclamó su orgullo por lo mucho que "todos juntos hemos conseguido". El brindis fue por España y por los ciudadanos. Al desearle un cumpleaños feliz, el presidente del Gobierno, que habló en primer lugar, expresó a un Rey con ojos llorosos la gratitud de los españoles por haber desempeñado sus funciones con abnegación, y por su "decisiva" aportación al logro común que ha supuesto la España constitucional. También le agradeció que haya consolidado la monarquía parlamentaria.

En línea con la expresión que el Rey usó meses atrás, cuando las críticas a la Corona alcanzaron cotas inéditas, Zapatero reiteró que los 30 años de monarquía constitucional han constituido el periodo más fructífero de la España contemporánea. Y se congratuló por el modo "ejemplar" con el que ha representado a España y por los valores que ha inculcado al Príncipe, "de cuya calidad humana y formación podemos dar fe".

EMOCION La voz de Felipe casi se quebró al felicitar a su padre como heredero de la Corona, pero sobre todo como hijo. El Príncipe se alegró de la vitalidad que tiene su progenitor, por su sentido del humor, por sus ganas de seguir en la brecha y por su capacidad para actuar sin pretensiones y con los brazos abiertos.

Buen conocedor del temperamento espontáneo del jefe del Estado, el Príncipe recordó que a su padre siempre le ha gustado la improvisación, la sorpresa. Al acabar, le dedicó un "gracias querido patrón" por su intensa entrega a la nación. Y en un gesto de buen hijo le dedicó un "te admiramos; te queremos". Padre e hijo se abrazaron y se besaron con cariño.

Todos los expresidentes del Gobierno, menos Adolfo Suárez, enfermo, se sentaron junto a los Reyes, así como los presidentes del Gobierno, el Congreso, el Senado, el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo.