Forma parte de ese grupo de personas que ven como aumenta su volumen de trabajo cuando llega la campaña electoral aunque no vayan en ninguna lista: los periodistas. Con más de una en su tarjeta de servicios reconoce que este año en Extremadura es difícil hacer un pronóstico, y anima a todos los ciudadano a ir a votar.

--¿Va usted a votar?

--Sí. Siempre lo he hecho. La democracia no se agota en el hecho de ir a votar, aunque temo que hay mucha gente que así lo piensa. Pero hay que ir a votar.

--¿Y se puede saber a quién, o esto es algo muy comprometido para un periodista?

--Es algo muy personal, y más para un periodista, y para uno agencias diez veces más.

--Pero tendrá un pronóstico.

--He vivido bastantes elecciones, tanto en mi etapa en Galicia como aquí en Extremadura, y no he conocido ninguna cita electoral en la que me haya costado más hacer un pronóstico. Podría pensar quién va a ganar, o quién va a obtener más votos, pero el pronóstico viniendo de un periodista con cierta experiencia sería el de atreverse a atinar con el número de escaños. Y no es que no me atreva, es que no veo elementos a mi alrededor suficientes para intentar sacar una conclusión más o menos fiable.

--¿Que no esté tan claro el vencedor podría suponer la gran oportunidad para el PP en Extremadura?

--La crisis ha sido de tal calado en todo el territorio nacional y en otros países que supone un desgaste muy importante para el partido en el poder, y por tanto una oportunidad para la oposición.

--Las encuestas otorgan un papel muy importante a IU. ¿De qué lado lo ve si es necesario un pacto?

--De entrada, ideológicamente, es más proclive a aunar fuerzas con el PSOE, y no me imagino un gobierno regional entre el PP e IU ni en Extremadura ni en ninguna comunidad autónoma.

--¿Cree usted que los partidos ganan votos durante la campaña electoral, o la gente vive el proceso con una decisión ya tomada?

--Creo que a nivel municipal la campaña es irrelevante. La gente sabe perfectamente a quien va a votar desde hace semanas o meses. Y a nivel autonómico la incidencia es escasa, mínima. Ojo, esto no quiere decir que no sea importante, porque puede ser el que decida el escaño que desnivele la balanza hacia una mayoría absoluta.

--El tiempo en que los políticos llenaban plazas de toros parece lejano...

--Afortunadamente. Yo no viví la época de los estadios de fútbol en la transición, pero la asistencia ha ido menguando. Me parece más razonable y sensato con los tiempos actuales, y además así el acto se centra más en los mensajes y en los contenidos que en el boato.