El caso del etarra Iñaki de Juana Chaos no para de complicarse. Un día después de que el Tribunal Supremo rebajara de 13 a 3 años la condena impuesta por la Audiencia Nacional al terrorista, abriendo así la puerta a la concesión del tercer grado penitenciario, De Juana ha avisado por medio de su abogado de que sólo levantará la huelga de hambre a cambio de la libertad.

La decisión del Supremo dejó la patata caliente en manos del Ejecutivo, que ha anunciado una decisión "ajustada a la ley", mientras el PP se encuentra en pie de guerra contra cualquier medida en favor de De Juana. El portavoz de la ilegalizada Batasuna Joseba Permach fue muy elocuente al afirmar que "ahora sí" depende del Gobierno central "salvar la vida" a De Juana.

El rechazo"Iñaki me ha dicho que no aceptará un tercer grado para ir a dormir a la cárcel, porque ese tipo de cosas los miembros de ETA no las aceptan", manifestó el abogado del etarra, Alvaro Reizabal, a Radio Euskadi tras visitar al preso.

Reizabal señaló que su representado se encuentra "mejor" respecto a cuando el fiscal pedía 96 años de pena, pero entiende que "no ha cometido ningún delito" y que "no tiene que estar preso por escribir dos artículos de prensa". Una de las posibilidades que permite el reglamento, dijo el abogado, es "ponerlo en libertad por su estado de salud"

La Junta de Tratamiento Penitenciario de la prisión de Aranjuez, a la que está asignado el preso, deberá realizar una propuesta de clasificación en primero, segundo o tercer grado. El reglamento establece que el tercer grado se puede conceder por el cumplimento de la mitad de la pena o por razones humanitarias, si el preso evidencia incapacidad para delinquir. En este supuesto cabe la opción de que se le permita dormir en casa.

De acuerdo con los cálculos de su abogado, la actual condena de De Juana por delito de amenazas no terroristas, en concurso con otro de enaltecimiento del terrorismo, empezó a contar el 4 de agosto del 2005, un día después de que se extinguiera la condena por 25 asesinatos por la que estuvo preso 18 años. Por lo tanto, el etarra ha cumplido 18 meses. El equipo de evaluación verá estos cómputos, así como la salud del preso y su peligrosidad, al decidir la clasificación.

La disyuntiva Mientras estuvo vivo el proceso de paz, que ETA rompió el 30 de diciembre, el Gobierno no descartaba facilitar algún beneficio penitenciario a De Juana a modo de gesto cara al mundo aberzale, como hizo José María Aznar con el acercamiento de este y otros etarras durante la tregua anterior. Ahora el Ejecutivo se encuentra en una disyuntiva compleja, pues, si bien el alto el fuego terminó, intenta que ETA no vuelva a su anterior dinámica de atentados. Así, no ayudaría convertir a de Juana en un mártir en el caso de que muriese en prisión.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue muy cauto ayer al referirse al futuro del etarra. Se limitó a garantizar que en este caso se atenderá "escrupulosamente" la legalidad vigente. No descartó, pues, el tercer grado. Su discreción respondió, en parte, a los llamamientos de la Junta de Tratamiento para que la confrontación política no contamine su dictamen.

Mariano Rajoy dijo respetar al Supremo y sostuvo que esa es la actitud que ha tenido "siempre" su partido ante los jueces. Pero el líder del PP demostró que no la comparte al afirmar que, si de él dependiera, el etarra "cumpliría íntegramente la pena que le queda". Rajoy apuntó que es el Ejecutivo quien debe decidir.