José Ignacio de Juana Chaos quedó hoy en libertad bajo fianza de 5.000 libras esterlinas (unos 5.900 euros) por decisión del juez de Belfast que instruye el proceso de extradición contra el ex preso de ETA.

El magistrado tomó esta decisión a la espera de aclarar algunos aspectos de la orden de búsqueda y detención dictada por las autoridades judiciales españolas, sobre todo en referencia al delito de enaltecimiento del terrorismo del que se acusa a De Juana Chaos.

El juez impuso al ex miembro del "comando Madrid" de ETA otras condiciones: tendrá que residir en el domicilio cuya dirección facilitó hoy, no podrá salir entre las ocho de la tarde y las siete de la mañana y deberá presentarse diariamente en comisaría. Además, tendrá que entregar su documento nacional de identidad y no le estará permitido abandonar la provincia de Irlanda del Norte.

El magistrado Thomas Burgess, que solicitó también una copia traducida del Código Penal español, fijó la siguiente vista para seguir con el proceso el 28 de noviembre a las 09.30 hora local (09.30 GMT).

Durante la vista de hoy, Burgess preguntó a la defensa de De Juana, que ejerce un despacho norirlandés de abogados, sobre las razones que llevaron a su cliente a cambiar varias veces de domicilio desde que llegó a Irlanda del Norte. La Fiscalía, que representa al Gobierno español en este tribunal, aludió a estos cambios de domicilio como la evidencia de que De Juana quiere burlar la acción de la Justicia y los empleó como argumento para rechazar la concesión de la libertad provisional. El ministerio público recordó también que no se presentó a la citación que tenía en la Audiencia Nacional española el pasado día 11.

Por contra, el abogado defensor, Shawn Devine, aseguró que su cliente ha colaborado en todo momento con la Justicia norirlandesa, como demuestra el hecho de que se haya presentado de manera voluntaria ante este tribunal de Belfast, en respuesta a la orden de búsqueda y captura emitida por la Audiencia Nacional.

Durante la mañana, los argumentos de las partes giraron en torno al paralelismo que existe entre el delito de enaltecimiento del terrorismo, incluido en el Código Penal español, y el de glorificación del terrorismo, contemplado en las leyes británicas. De ello dependerá en buena parte que se proceda o no a la extradición, pero de momento no hay decisión al respecto, a la espera de que el magistrado reciba esa copia traducida del Código Penal español y conozca mejor cómo se define ese delito. El juez Burgess reconoció en la vista que "se trata de dilucidar si la ofensa es susceptible de derivar en extradición".

La defensa de De Juana destacó que la argumentación de la Justicia española está "llena de errores" y se refirió a su cliente como "una buena persona" que intenta rehacer su vida en Irlanda del Norte, adonde, según su abogado, llegó hace "unas seis semanas". Como prueba de ese esfuerzo por establecerse e integrarse en Irlanda del Norte, Devine explicó que De Juana se había apuntado a cursos de inglés hasta el mes de febrero y acudió a darse de alta en una oficina de empleo para buscar trabajo.

De Juana, que salió de prisión el pasado mes de agosto después de cumplir año y medio de cárcel por un delito de amenazas (tras los 18 que estuvo encarcelado por los 25 asesinatos que cometió en los años 80 en Madrid), se trasladó de inmediato a Dublín. Allí se alojó en la vivienda del ex dirigente del Ejército Republicano Irlandés (IRA) James Monaghan, según informó él mismo hace dos meses cuando visitó la embajada de España en la capital irlandesa para solicitar un pasaporte que le fue denegado.