El preso de ETA Iñaki de Juana ha ganado 11 kilos desde que el pasado 1 de marzo abandonara su huelga de hambre al ser internado en un hospital de San Sebastián y su evolución es favorable, aunque aún debe recuperar la masa muscular perdida. Según el último parte médico dado a conocer hoy por El Diario Vasco y El Correo, De Juana pesa ya 67 kilos y los facultativos consideran que su peso normal es de 89 kilos, por lo que su recuperación es progresiva y su principal problema en estos momentos es la pérdida de masa muscular debido a los 115 días que estuvo en huelga de hambre y fue alimentado de forma forzosa.

El informe precisa que el recluso ha perdido un 30 por ciento de masa muscular, por ello los médicos le han aconsejado que camine dentro del propio hospital para que vaya fortaleciendo su musculatura. Una vez que se le de el alta médica, la cárcel de Martutene de San Sebastián, de la que depende el preso donostiarra, y el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria deberán decidir a partir de ese momento el futuro del recluso de ETA, a quien le quedan por cumplir 17 meses de prisión atenuada, tras la condena de 3 años que le impuso el Tribunal Supremo por un delito de amenazas debido a dos artículos que publicó en el diario Gara.

De Juana podría completar el cumplimiento de esta condena en la cárcel o en su domicilio, donde se le aplicarían las medidas de control telemático para que siguiera vigilado. La Dirección General de Instituciones Penitenciarias precisó ayer que el preso etarra salió en dos ocasiones custodiado del hospital Donostia, los pasados días 10 y 17, para ser atendido por un óptico y un homeópata, en cuya consulta adquirió "productos homeopáticos", y que la primera vez fue trasladado en ambulancia y la segunda en vehículo privado.