El preso etarra Iñaki de Juana Chaos, que lleva más de 100 días en huelga de hambre, se arrancó el viernes la sonda nasogástrica con la que era alimentado. Por tanto, lleva cuatro días sin recibir ningún tipo de comida. Los médicos deben decidir ahora si le alimentan de nuevo, aunque han constatado que la realimentación tiene sus riesgos.