En sus primeras horas de libertad, tras salir a las 7.20 de la mañana de ayer de la cárcel de Aranjuez, el etarra Iñaki de Juana Chaos tomó la decisión de no acudir al recibimiento que le había organizado la izquierda aberzale en la Parte Vieja de San Sebastián. Adujo motivos de "seguridad" y de "salud". Y en una carta que remitió al centenar de personas que le aguardaban, el terrorista, que había sido condenado por la muerte de 25 personas, se declaró una "víctima del estado de excepción" que según él han impuesto España y Francia, denunció la "presión" que están sufriendo él y su familia y abominó del "circo mediático" desplegado en torno a él.

De Juana tampoco se presentó en el piso de San Sebastián del que es propietaria su mujer, Irati Aranzabal. Allí aguardaban en vano decenas de periodistas, cámaras de televisión, fotógrafos y dos unidades móviles.

En el homenaje frustrado en la Parte Vieja, después de casi tres horas de espera infructuosa, una mujer leyó la carta del etarra, en la que este agradecía las muestras de afecto y advertía de que su intención es retirarse "durante un tiempo" con su familia para recuperarse de la última huelga de hambre. De Juana aprovechó también para denunciar la política penitenciaria del Gobierno y recordar a los etarras que continúan encarcelados. Tras la lectura, los presentes lanzaron gritos a favor de ETA.

Los participantes habían cortado una calle de la Parte Vieja, territorio habitual de los jóvenes radicales. Colgaron dos grandes pancartas con el lema en euskera Bienvenido Iñaki, Euskal Herria necesita democracia y conminaron a los periodistas a desalojar la calle porque era "un homenaje privado". También impidieron el paso a vecinos y turistas.

´SEGURIDAD BATASUNA´ Un cordón de seguridad batasuna prohibía a los cámaras de televisión y los periodistas radiofónicos grabar imágenes ni sonido. Finalmente, para impedir por completo la visión de lo que ocurría en la calle, hacia las 14.20 horas, las personas que formaban el cordón desplegaron dos pancartas, una a cada lado de la vía, con el lema en euskera Los presos vascos a Euskadi. Para atravesar esa barrera, los vecinos debían identificarse, y nadie con cámara podía entrar.

De Juana abandonó la cárcel de Aranjuez (Madrid) a las 07.20 horas en un todoterreno, acompañado de su esposa, Irati Aranzabal, y sus dos abogados, Alvaro Reizabal y Jone Goirizelaia. Esta última dijo que su estado es bueno aunque se encuentra "debilitado" por la huelga de hambre.

La Guardia Civil desplegó un amplio dispositivo de seguridad en los alrededores del centro penitenciario, en previsión de que pudiera producirse algún incidente, y también escoltó al vehículo del etarra en su viaje a Euskadi. El operativo impidió que coincidieran frente a la cárcel manifestantes de la izquierda aberzale y de la ultraderecha.

Además, unas decenas de simpatizantes de la izquierda radical que habían viajado de madrugada en autobús para recibir a De Juana a las puertas de la prisión no llegaron a tiempo. Portavoces del Movimiento Proamnistía denunciaron que los controles policiales les obligaron a regresar al punto de partida sin conseguir alcanzar su objetivo.

"ES COMO OTRO ATENTADO" Las víctimas de ETA mostraron su indignación. Manuela Lancharro, cuyo hermano Antonio fue asesinado por De Juana en 1986, afirmó que la excarcelación "es como otro atentado". "Me sangra el alma", dijo en Madrid, en un homenaje que 200 personas rindieron a los 12 guardias civiles muertos en 1986 en la plaza de la República Dominicana.

Los familiares de los guardias asesinados realizaron una ofrenda floral, secundada por la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, y el ultraderechista Ricardo Sáenz de Ynestrillas. Algunos asistentes lanzaron gritos aislados de "muerte al asesino" y "Zapatero dimisión".