La soledad del juzgador se titula el libro de Elisa Beni, mujer del presidente del tribunal del 11-M, Javier Gómez Bermúdez, y prácticamente en soledad, a tenor de la escasa presencia de jueces, abogados o fiscales, no de periodistas, fue presentada ayer la obra en Madrid. El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y jefe de la autora, Javier María Casas, las magistradas de la Audiencia Nacional Angela Murillo y Manuela Fernández de Prado, y algunos abogados del proceso sobre el 11-M eran prácticamente los únicos representantes del ámbito judicial que arroparon la presentación de un libro que ha levantado una auténtica polvareda en los tribunales.

En los pasillos de la Audiencia Nacional no se habló estos días de otra cosa. Tanto magistrados como fiscales mostraron su malestar, no solo porque la obra no haya esperado a ser presentada ni cuatro semanas desde la publicación de la sentencia, sino sobre todo porque reproduce conversaciones privadas, sin que los protagonistas de las mismas tuvieran conocimiento de que se iban a plasmar en el papel. Muchos de los compañeros de Bermúdez, que ayer declinó dar su opinión al respecto, han juzgado que La soledad del juzgador no son más que "chascarrillos de alcoba" y han destacado el "afán de lucro" de la pareja.

DESLEALTAD Uno de los jueces que se atrevió a hacer público su malestar fue Alfonso Guevara, integrante del tribunal del 11-M, quien dirigió una carta al presidente de la Audiencia para denunciar la "deslealtad" de Bermúdez. Además, la asociación de víctimas de Pilar Manjón anunció que está estudiando elevar una queja al Consejo General del Poder Judicial.

Beni se defendió de las críticas al señalar que su intención no era herir a los jueces ni a las víctimas, a los que admira, y pidió "perdón de todo corazón" por si había ofendido a alguien. La autora explicó que el libro es "una crónica periodística realizada desde una perspectiva no neutra" sobre la preparación y el juicio. La jefa de comunicación del TSJM señaló que ha puesto "el foco" sobre su esposo, pero que su intención era explicar cómo "tres hombres se han tenido que enfrentar" a la redacción de una sentencia "bajo presión". No obstante, hasta la presidenta de la Fundación de Víctimas, Maite Pagazaurtundúa, que presentó el libro y alabó la pluma de Beni, calificó de "indiscretas" algunas de las anécdotas de libro.