Una de las estrategias del PP para salvar al presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, se ha ido al traste por otra decisión judicial. Los dirigentes del partido conservador intentaron desacreditar al principal testigo de la acusación, el sastre José Tomás, recordando que su empresa lo había echado por estafa y falsedad documental, pero el Juzgado de lo Social número ocho de Madrid declaró ayer improcedente su despido y obligó a Forever Young a readmitirlo o indemnizarlo con 232.500 euros.

"La mentira tiene las patas muy cortas. Esta sentencia demuestra que siempre he dicho la verdad", dijo el sastre tras conocer la decisión judicial. Y se mostró "convencido" de que Camps y sus colaboradores "tendrán que admitir que han recibido regalos".

El presidente valenciano se ha acogido a una prórroga y no presentará hasta hoy el recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana contra el auto del magistrado José Flors, instructor del caso Gürtel, que confirmaba su imputación y abría el proceso para sentarlo en el banquillo frente a un jurado popular.

Camps tenía hasta las 15.00 horas de ayer para formular su apelación, pero la ley establece la posibilidad de acogerse a una prórroga de 24 horas que el dirigente ha decidido utilizar. El político se juega mucho en este recurso.