La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acordó el jueves permitir a Instituciones Penitenciarias que el preso etarra Iñaki de Juana Chaos, en huelga de hambre, sea alimentado de forma forzosa si su estado empeorara hasta tal punto que llegara a sufrir "un peligro para su integridad física" e incluso "para su vida". Como goza del apoyo de la izquierda aberzale, su agravamiento podría afectar al proceso de paz.

De Juana ha perdido casi 18 kilos desde que el 7 de agosto comenzara la protesta porque se paralizara su libertad. Condenado a más de 3.000 años porque asesinó a 25 personas, estaba previsto que en el 2004, tras permanecer solo 18 años encerrado, abandonara la prisión. Pero se le imputó un delito de pertenencia a banda armada y de amenazas por haber escrito en Gara dos cartas contra varios funcionarios y un juez.

Pese a los kilos que ha adelgazado, su estado es "aceptable" y sigue "consciente", según los médicos. La fiscalía solicitó el pasado 12 de septiembre a la Sala de lo Penal que acuerde su alimentación forzosa cuando su "estado de salud se agrave", sin esperar a que pierda la consciencia.

Mientras, el juez Baltasar Garzón prohibió ayer los actos convocados para hoy por Askatasuna en Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Navarra y Bayona al constatar que las marchas de apoyo a los presos han sido diseñadas y anunciadas por personas vinculadas con esa organización, ilegalizada en el 2002. Para el juez, queda "claro" que los responsables de Askatasuna, siguiendo instrucciones del complejo terrorista o de motu proprio " han decidido volver a "la actividad orgánica", que había desaparecido.