El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa (PNV), el vicepresidente Gorka Knörr (EA) y la secretaria segunda, Kontxi Bilbao (IU/EB), declararán el próximo 3 de diciembre en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSPV) por su negativa a disolver al grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak, heredero de Batasuna. El testimonio de los tres miembros de la Mesa de la Cámara es el primer paso de la querella que contra ellos interpuso la fiscalía, que les acusa de cometer un delito de desobediencia al Supremo.

La querella del fiscal, a la que se ha sumado la presentada por el colectivo Manos Limpias, imputa a Atutxa, Knörr y Bilbao el delito de desobediencia previsto en el artículo 410 del Código Penal, que fija condenas de tres a 12 meses de multa y de seis meses a dos años de inhabilitación para ocupar cargos públicos.

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Los tres miembros de la Mesa deberán comparecer ante el juez por desoír las órdenes del Supremo, que reiteradamente, para ejecutar la sentencia que ilegalizó a Batasuna, impuso la disolución del grupo parlamentario de Arnaldo Otegi. En octubre se amplió la querella a raíz del acuerdo de la Mesa que reconoció el derecho de Sozialista Abertzaleak a cobrar subvenciones como grupo, aunque no han recibido esos fondos porque el interventor, advertido por el Supremo, se niega a dárselos.

Ayer, los denunciados dijeron sentirse "tranquilos". Knörr y Bilbao ratificaron que han actuado "de buena fe" y en defensa de la "autonomía" del Parlamento. Fuentes cercanas a Atutxa indicaron que la citación estaba prevista desde que se admitió la querella, por lo que sólo les sorprendió conocer la notificación por los medios informativos.