El testigo Kamal Ahbar sorprendió el viernes con una versión inédita que achacaba la autoría intelectual del 11-M al confidente Cartagena y a Safwan Sabagh, dueño de una tienda de pollos en Valencia. Ayer incurrió en tantas contradicciones que el juez dijo: "No vamos a dar pábulo a informaciones inútiles para el esclarecimiento de los hechos". Rafá Zuhier, que salió mal parado en el testimonio de Ahbar, vivió un tenso fin de semana con otros procesados y ayer pidió poder seguir la sesión desde fuera de la cámara blindada.