El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón quiere determinar si el asalto de un falso cura a la casa del extesorero del PP Luis Bárcenas en 2013 se enmarca en el dispositivo parapolicial ilegal conocido como 'operación Kitchen' que se puso en marcha en el Ministerio del Interior para intervenir los documentos comprometidos para el partido que pudiera guardar. Para ello, ha decidido citar a declarar el próximo viernes al único condenado por ese ataque, informaron fuentes jurídicas.

No obstante, antes de comparecer ante el magistrado Enrique Olivares García será sometido a un reconocimiento médico forense, para determinar si se encuentra en condiciones para prestar declaración. La Audiencia Provincial de Madrid le condenó a 22 años de prisión por irrumpir en el domicilio de Bárcenas y retener a su esposa, su hijo y la empleada doméstica. Los magistrados le consideran autor de tres delitos de secuestro, tres de amenazas, uno de tenencia ilícita de armas, tres faltas de lesiones y un delito de allanamiento de morada.

Durante los interrogatorios a los exresponsables policiales imputados en la causa, el magistrado les ha ido preguntando por este dispositivo, al resultar sospechoso cómo se produjo, especialmente, tras saberse que hasta 70 policías participaban en la vigilancia a la que se sometió a la familia Bárcenas.

También resulta llamativo cómo se resolvió el incidente, al irrumpir el chófer de los Bárcenas, Sergio Ríos, en la vivienda pese a ser su día libre y poder reducir al falso cura que portaba un arma. Ríos recibió 2.000 euros al mes de los fondos reservados por informar de los movimientos del matrimonio. Ninguno de los policías imputados ha admitido que este episodio se enmarcara en el dispositivo investigado, ni siquiere el excomisario Enrique García-Castaño, que colaboró con la justicia e implicó al exsecretario de Estado Francisco Martínez en los hechos.