El Tribunal Supremo cuenta desde este martes con dos magistradas más. Se trata de Carmen Lamela y de Susana Polo. La primera ha sido la instructora de la causa contra el exjefe de los Mossos Josep Lluís Trapero y la excúpula política del cuerpo y, a diferencia de su futuro compañero en la Sala Segunda del alto tribunal Pablo Llarena, vio sedición en vez de rebelión en lo ocurrido en Cataluña hasta la declaración unilateral de independencia. La segunda era hasta ahora magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Con ellas ya son 14 las mujeres de los 81 magistrados del Supremo. La Sala Segunda, que será la encargada de juzgar al exvicepresidente Oriol Junqueras y los demás procesados por rebelión, malversación o desobediencia, contará a partir de ahora, además de con Ana Ferrer, con Lamela y Polo. En la Sala de lo Civil solo está María Ángeles Parra, mientra que en la de lo Contencioso son cuatro (Pilar Teso, Inés Huerta, Isabel Perelló y Celsa Pico), cinco en la Sala Social (Lourdes Arastey, Milagros Calvo, María Luz García Paredes, María Luisa Segoviano y Rosa María Virolés) y una en la Militar (Clara Martínez de Careaga).

Lamela, que ha obtenido 13 de los 21 votos del Pleno del Consejo General del Poder judicial, fue magistrada de la Audiencia Provincial de Barcelona, desde donde se trasladó a Madrid, fue destinada a la Audiencia Nacional en 2014, donde además de instruir la causa contra Trapero, ha sido la jueza de la agresión de Alsasua, que entendió terrorista.

El pleno del Poder Judicial también ha elevado a la máxima categoría de la carrera judicial al magistrado Francisco de Porres, hasta ahora presidente de la Audiencia Provincial de Madrid. Tanto él como Susana Polo han obtenido 14 votos de los 21 del pleno.