La titular del juzgado de Corcubión (A Coruña), que ayer concluyó la instrucción del caso Prestige , considera que la decisión de alejar el barco de la costa no contribuyó a agravar el desastre y, por tanto, retira la imputación que pesaba sobre el mando que dio la orden, el que entonces, durante el segundo Gobierno del PP, era director general de Marina Mercante, José Luis López Sors.

Sí mantiene los cargos contra el capitán, Apostolos Mangouras, así como contra el jefe de máquinas y el primer oficial, a los que acusa por el mal estado de conservación de la nave y de un delito de desobediencia. El Prestige , cargado con 77.000 toneladas de fuel, ocasionó un desastre de dimensiones colosales al naufragar y partirse en dos frente a las costas gallegas, en noviembre del 2002.

La plataforma Nunca Máis anunció ayer que recurrirá el escrito por considerar que la decisión de distanciar la nave sí fue "determinante en el resultado producido". La defensa de Mangouras y la armadora también sostienen que la rotura del buque y el derrame se produjeron como consecuencia de la decisión de alejar el petrolero. Sin embargo, recuerda la jueza, la Abogacía del Estado entiende que el Prestige sufrió un colapso estructural que desde el primer momento del accidente causó un vertido de grandes dimensiones y flujo ininterrumpido que imponía el alejamiento como única opción.

A la vista de las diligencias, "parece deducirse que la información que manejó la Administración española sobre los datos que presentaba el buque era la correcta, por lo que "no cabía otra opción que denegar el acceso" del barco a un puerto. A este respecto, la jueza cita la opinión de un perito que fue "contundente" al entender que la decisión del alejamiento fue correcta. Según el experto, la conducción a puerto era muy arriesgada y el buque se podía partir durante el trayecto. Además, la jueza considera que López Sors, antes de tomar su decisión, recabó información sobre la situación del buque y las opciones posibles. "Puede decirse que los indicios respecto a la decisión de López Sors han sido desvirtuados", subraya el auto.

También señala que todos los peritos han elogiado la operación de salvamento "por su profesionalidad y eficacia", que permitió que concluyese sin víctimas pese a las duras condiciones. Finalmente, analiza otra decisión cuestionada, la del rumbo elegido para alejar el petrolero, e insiste en que el acierto o el error no pueden imputarse a López Sors porque no fue él quien decidió la dirección, sino el personal de la empresa de rescate Smit Salvage.