LOS PRESUNTOS etarras Mikel San Argimiro e Imanol Miner se enfrentarán esta semana a una petición del fiscal de 306 años de cárcel para cada uno por la colocación, el 1 de mayo del año 2002, de un coche bomba que estalló en las cercanías del estadio Santiago Bernabéu de Madrid y de otro coche bomba algo más lejos. En el atentado, resultaron heridas 22 personas.