La Audiencia Nacional comienza mañana a juzgar a los dirigentes y colaboradores del comando Barcelona. Los 11 procesados se enfrentan a una petición fiscal de 183 años de cárcel. En el juicio se examinarán los delitos cometidos por el comando y no acciones concretas que son tramitadas en otros sumarios.

El juicio durará tres días. En el banquillo de los acusados se sentarán los tres presuntos etarras que componían ese comando, Fernando García Jodra, José Ignacio Cruchaga y Lierni Armendariz, y las ocho personas que les ayudaron a causar "una inquietud en la opinión pública en general y en la ciudadanía catalana en particular", según consta en el escrito del ministerio público.

Los colaboradores fueron contactados por los miembros del comando que los seleccionaron por ser "afines ideológicamente a los postulados de ETA, del entorno radical independentista catalán y del movimiento okupa", según el fiscal. García Jodra, que era el jefe del comando, reclutó a Zigor Larredonda, quien integró en el mismo a colaboradores como Diego Sánchez Burría y Laura Riera.