Llegó al GIL en 1991, un partido sin ideología en el que vio una forma de ganar dinero. Fue fiel escudero de su presidente, hasta que, hace año y medio, Gil lo sentó en el sillón de alcalde. Tras ganar por sí mismo las elecciones y alentado por su nueva novia, Isabel Pantoja, ha querido volar solo, rodearse de los suyos y pactar con la Junta andaluza para desbloquear la situación urbanística marbellí, 12 años al margen de la ley. Su abogado, José Luis Sierra, trabajó 20 años a las órdenes de Gil y conoce todos sus secretos.