La confusión está servida. A sólo cuatro días de las elecciones, la Junta Electoral Central (JEC) hizo pública ayer una nueva interpretación de su decisión sobre la procedencia de permitir el lema No a la guerra en los colegios electorales o en sus inmediaciones. Es la tercera versión en sólo 48 horas. A pesar de haber ofrecido tres interpretaciones, la JEC continúa sin aclarar si algunas frases o lemas sin referencia a las siglas de los partidos --pero con contenido político-- deben ser permitidos el 25-M. La decisión última, según interpretan fuentes de la propia junta, corresponderá a los presidentes de las mesas electorales.

MAS DUDAS

La JEC respondió ayer un requerimiento de aclaración realizado por el PSOE, pero no hizo sino sembrar más dudas. Preguntaban los socialistas qué carteles o mensajes tenían "connotaciones políticas", para entender cuáles quedaban prohibidas. El máximo órgano electoral explica que cuando prohibió "cualquier mensaje que tenga connotaciones políticas" se basó en la prohibición legal --recogida en el artículo 93 de la ley general electoral-- de realizar en los colegios y sus inmediaciones "propaganda electoral de ningún género".

Un responsable de la JEC precisó a este diario que la junta no puede entrar en la casuística de todo lo que puede suponer propaganda electoral, por lo que deja que sean las mesas las que decidan qué frases o lemas tienen connotaciones políticas y qué medidas deben adoptar al respecto.

Para añadir incertidumbre, los partidos políticos recibieron el pasado día 20 una versión de la primera resolución de la JEC con un redactado diferente al que se hizo público. En ese escrito, al que ha tenido acceso este diario, la junta se refería a "carteles con el lema No a la guerra ", para recetar a continuación que en los colegios electorales "no debe existir ningún mensaje que tenga connotaciones políticas". En la nota pública, la expresión No a la guerra se sustituyó por "carteles con lemas políticos".

Fuentes de la JEC atribuyeron ayer a "un error" el texto enviado a los partidos. Argumentaron que se trataba de un borrador que se manejó durante el debate que mantuvieron los miembros de la junta y que se pasó a la firma del presidente por error el día 19 por la noche y se envió a los representantes de los partidos al día siguiente.

Si la JEC no concreta hoy qué se considera legalmente propaganda electoral, serán los presidentes de las mesas quienes decidan si permiten o censuran expresiones o lemas como Nunca Máis o el propio No a la guerra .