Bilbao. Un grupo de personas prendieron fuego ayer por la mañana a la moto de un escolta de una empresa privada, que se hallaba en la calle Indautxu de Bilbao. Tras el ataque de ETA del pasado martes al escolta Gabriel Giner, las asociaciones de este colectivo han mostrado su preocupación por pasar de ser "objetivo colateral a directo". El presidente de la Asociación Española de Escoltas, Vicente de la Cruz, explicó ayer que aunque las medidas de protección ya se tomaban antes, "cuando se sabe que eres objetivo directo hay que aumentarlas". De la Cruz también pidió a la Administración que dote de los medios necesarios (licencia de armas, chalecos) a los escoltas privados para que puedan mejorar su seguridad. En el País Vasco y Navarra trabajan unos 2.550 escoltas protegiendo a unos 1.000 políticos, magistrados, profesores universitarios y periodistas amenazados por la banda terrorista.