La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se ha entrevistado hoy en la embajada de su país en Madrid con el juez Baltasar Garzón al que ha mostrado su apoyo ante la decisión del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de suspenderlo cautelarmente de sus funciones en la Audiencia Nacional.

Fernández de Kirchner ha afirmado que se siente preocupada, sorprendida y dolida por la medida contra Garzón, ya que le parece "una regresión en la concepción de la justicia universal en materia de derechos humanos". "Estamos no solo preocupados, sino sorprendidos y dolidos", ha subrayado.

La dirigente, que ha negado que su apoyo suponga "inmiscuirse en asuntos internos españoles", ha destacado el "rol tan importante" que ha desempeñado Garzón en la investigación de los crímenes ocurridos en Argentina o en Chile.

Y ha puesto como ejemplo el del exmilitar argentino Adolfo Scilingo, condenado en España a más de mil años de cárcel por delitos de lesa humanidad y detención ilegal durante la dictadura en su país.

TODOS LOS CRÍMENES SON IGUALES

A juicio de la presidenta argentina, los crímenes ocurridos durante las dictaduras argentina o chilena no son diferentes a los ocurridos en España durante la guerra civil. Así, instó a no ver solo "la paja en el ojo ajeno" y juzgar solo a "los que están fuera" pero no "a los que cometieron delitos dentro".

"La justicia siempre tiene que ser para todos los lados, los propios y los ajenos" porque si no se convierte "en un doble estandar", ha asegurado Kirchner, que se reúne con Garzón cada vez que visita España o que el juez viaja a Argentina.