Intentó evitar caer en la nostalgia, pero no dejó de defender que la larga etapa de Felipe González al frente del Gobierno sirvió para que "España ganara la guerra del progreso". El presidente de Andalucía y del PSOE, Manuel Chaves, fue ayer el encargado de presentar en Madrid la biografía "política y humana" del expresidente del Gobierno, escrita por el periodista Alfonso S. Palomares y editada por Ediciones B. Y aunque reconoció que en 14 años de Gobierno "hubo tiempo para luces y sombras", reivindicó el "indiscutible legado" del presidente "que más apoyo social ha recaudado" y más tiempo ha permanecido al frente del Gobierno, recordó.

Estrecha amistad

La profunda amistad que une al autor de la biografía con el biografiado impregna la totalidad de la obra, según reconocieron en la presentación tanto Chaves como Palomares. El autor, miembro del Comité Editorial del Grupo Zeta, dio testimonio de esa cercanía al relatar la anécdota de cómo entregó un ejemplar al expresidente en su casa de Madrid hace apenas una semana, mientras "Felipe trataba de cocinar una tortilla con garbanzos y estaba batiendo los huevos".

Ni el autor de Felipe González, el hombre y el político , ni el público que asistió a la presentación del libro en un hotel situado en el centro de Madrid supieron qué le parece al expresidente su semblanza, si discrepa o coincide con el relato de sus años de gobierno y los que los precedieron. Su único comentario se limitó a destacar "el grosor" del libro (487 páginas) y a preguntar bromeando al autor "si era obligatorio leerlo".

Palomares --que fue presidente de la Agencia Efe entre 1986 y 1996 y hasta hace pocas semanas director del Diario Córdoba , del Grupo Zeta-- relató cómo "hace 30 años" conoció a "dos hombres singulares". Uno de ellos "tenía un proyecto para abrir nuevas cuotas de libertad para España: era Felipe González", dijo. "El otro, tenía un proyecto para abrir nuevas cotas de libertad en el periodismo: era Antonio Asensio".

José Oneto, que también participó en la presentación del libro, aludió a la etapa de "sombras" que mencionó Chaves cuando agradeció al autor que con su obra evitara "que Felipe quedara como la criada que se va de la casa por la puerta de atrás como si se hubiese llevado las joyas".

El periodista aseguró que González "está fuera de la política" aunque "contemplando con preocupación todo lo que está pasando". Y para apoyar la idea de que se le echa de menos relató que en un comercio de un barrio madrileño "nada partidario de ningún tipo de socialismo", el barrio de Salamanca, hay un cartel en el escaparate que dice: "Felipe, cabrón, vuelve".

Chaves no coincidió en esta tesis de que el pasado fue mejor, aunque sí que lamentó "la pérdida" de algunas maneras que predominaron en la política española durante la transición. El presidente andaluz, que fue ministro del expresidente González, concretó que echaba de menos "el clima de respeto mutuo" entre los adversarios políticos, así como la "sintonía personal" que había entre González y otros líderes políticos contemporáneos, como Adolfo Suárez, Jordi Pujol, Miguel Herrero de Miñón, Miquel Roca, Jordi Solé Tura, Francisco Tomás y Valiente "y hasta el propio Manuel Fraga".

El "error del PP"

Chaves no perdió la ocasión para denunciar el "error del Partido Popular" al tratar de "borrar" el legado de González, o de extender "un manto de silencio que ocultara o desvirtuara su tarea". Así como "basar la acción política en el rencor y el resentimiento". Intentos fallidos a juzgar por la rápida recuperación del PSOE, dijo.

Realista, reconoció que, además de los logros objetivos en materia de libertades, de avances sociales y de proyección internacional, "también se dio lo que Javier Tusell denominó cierta relajación o descuido culpable en la elección de algunos colaboradores". Un "fallo en el que se cebó con saña una oscura trama opositora para encender la mecha de la tensión, sin respetar la estabilidad ni las reglas de juego democrático", concluyó.

La presentación de la biografía de González culminó con una relajada charla entre presentadores y asistentes, entre los que se contaban Francisco Matosas, presidente del Grupo Zeta; el vicepresidente ejecutivo del grupo, Antonio Asensio Mosbah; el director editorial y de comunicación, Miguel Angel Liso; y el director general de libros, Juan Pascual. González no asistió, tenía un encuentro en Lisboa con Jorge Sampaio.