El Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011, el músico y poeta canadiense Leonard Cohen, ha señalado este viernes con humildad que es "difícil" recoger un galardón sobre una disciplina que "no controla". Así lo ha resaltado en un discurso improvisado en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias en el que ha reveleado que el mentor de su carrera fue un joven español que le enseñó a tocar la guitarra en Montreal. El acto ha estado presidido por los príncipes de Asturias y la reina Sofía.

Cohen, que ha sido el primero de los premiados en intervenir, ha destacado que la poesía viene de un lugar que nadie controla ni conquista. Por eso, ha afirmado que es difícil recoger un premio sobre una disciplina que no ha logrado controlar. El artista, nacido en Montreal el 21 de septiembre de 1934 y que cuenta con una extensa y exitosa trayectoria como poeta, novelista, compositor y cantautor, ha incidido en que es "un gran honor", recoger este premio.

Asimismo, se ha mostrado superado por tener que hablar ante un auditorio tan concurrido cuando no está acostumbrado, al igual que el maestro Muti, a estar delante del público sin orquesta.

Cohen ha reconocido que pasó la noche en vela "agotando las chocolatinas del minibar" para garabatear unas cuantas palabras para este acto, en el que ha evidenciado su emoción. Así, ha hecho hincapié en su vinculación con España y su pasión por el poeta Federico García Lorca. "Vengo hoy aquí a agradecer al suelo, a la tierra, a este pueblo que me ha dado tanto", ha dicho, para a continuación apuntar que con Lorca comprendió que había una voz que le era cercana y le dio permiso para ubicar la suya propia.

Igualmente, recordó cómo un español le ayudó a aprender a tocar la guitarra y a componer a principio de los años 60 en Montreal. "Mis canciones, mis poesías están inspiradas por esta tierra", ha afirmado agradeciendo la acogida de su obra en España "porque es suya, y me han permitido poner mi firma en el última página". De esta forma ha concluido su intervención seguida de una gran ovación que le ha emocionado y a la que ha correspondido saludando con su sombrero.