La Policía Nacional ha dejado este fin de semana en libertad al hombre detenido el pasado viernes en Bilbao y a cuyo nombre figuraba el teléfono móvil utilizado el día anterior, cuando ETA atentó contra la Universidad de Navarra, de la colocación de un coche-bomba "en un campus universitario".

Fuentes de la investigación han informado de que J.M.M.G. -fichado por la Ertzaintza como delincuente habitual y al que la Guardia Civil relaciona también con el menudeo de sustancias estupefacientes- ha quedado en libertad después de que la Policía comprobara que, si bien se dedica al "trapicheo" de teléfonos móviles, no tiene relación con la banda terrorista. La investigación emprendida por la Policía condujo a esta persona tras averiguar que el móvil había sido adquirido el pasado mes de mayo en Bilbao con su documentación.

De hecho, algún testigo de la compraventa ha identificado a J.M.M.G. como la persona que adquirió el teléfono, aunque éste lo había negado en su primera declaración ante la Policía. El teléfono móvil fue empleado para realizar la llamada recibida hacia las 9:50 horas de ayer en la asociación de ayuda en carretera DYA de Vitoria, en la que una persona que decía hablar en nombre de ETA avisó de la colocación de un coche-bomba en el "campus de la Universidad", sin precisar de cuál se trataba.

Una hora después, el coche bomba estalló en el campus de la Universidad de Navarra en Pamplona y provocó heridas leves a una veintena de personas, además de causar importantes daños materiales. El comunicante de la DYA sí facilitó la descripción del vehículo, un Peugeot de color blanco, pero al no concretar su ubicación la Ertzaintza lo buscó sin resultado alguno en el campus de la Universidad de Vitoria.

La sustracción de un coche de las mismas características en la localidad guipuzcoana de Zumaia el día anterior al atentado había sido denunciada en la comisaría de la Policía Autónoma vasca en Zarautz la noche del miércoles.