Tras el culebrón protagonizado por José Bono y su negativa a encabezar la lista del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, José Luis Rodríguez Zapatero reconoció ayer que está sin candidato para la capital de España. Sin embargo, no dio muestras de que ver la plaza desierta le inquiete. El líder del PSOE aseguró que conseguirá un aspirante con entidad suficiente para "ir a ganar la alcaldía" porque el partido "tiene capacidad para hacer apuestas serias". Ahora bien, asumió que el elegido "tiene que querer ser candidato" y que "aún no ha sido consultado".

Durante la recepción de los Reyes en el Palacio Real, Zapatero se mostró sereno al hablar de los acontecimientos de las últimas 48 horas, en las que Bono pasó de aparentar que aceptaba la invitación del presidente para liderar la lista de Madrid a declinar hacerlo. El líder del PSOE reconoció que hubo "momentos de descoloque", pero aseguró que él siempre consideró una "posibilidad remota" que el exministro aceptara pujar por la alcaldía. Aunque negó estar enfadado por el intento fallido de presentar a Bono, rehusó avanzar si mantiene su oferta de que el político vuelva a la política en las listas al Congreso del 2008. "Dejémoslo estar", pidió.

Zapatero dijo que no descartaba a nadie para Madrid. Avanzó que la única remodelación que tiene prevista es la sustitución de Juan Fernando López Aguilar en Justicia y que le relevará "una mujer". Al descartar para Madrid a un miembro de su Gobierno, despejó los rumores que apuntan a María Teresa Fernández de la Vega. "No será candidato quien no quiera serlo", argumentó para aclarar que ella no se ve en ese puesto.

El nombre de José Borrell circuló entre los posibles aspirantes. Zapatero no solo no lo descartó, sino que recordó que el presidente del Europarlamento es militante del PSOE de Madrid. El propio Borrell tuvo que responder a Alberto Ruiz-Gallardón sobre su futuro. No descartó nada. Hace días dijo que la oferta sería "un honor".