Iñigo Errejón tendrá una papeleta con su foto en los colegios electorales de Barcelona el 10-N, pero este paso adelante no le ha salido gratis. Configurar la lista de candidatos en una provincia en la que competirán con En Comú Podem ha resultado más complejo de lo que parecía y, mucho más, elegir a un cabeza de cartel que quiera hacerle frente a Ada Colau. Además, el salto a Cataluña no ha resultado del agrado de todos dentro de Más País. Clara Serra, la número dos de Errejón en la Asamblea de Madrid, presentó su dimisión ayer por considerar que no era el momento de rivalizar con las fuerzas del cambio

El periplo de Errejón, que ha levantado tensiones en la formación, dio comienzo con una recogida de avales que se complicó más de lo esperado. Las 4.200 firmas necesarias para formalizar la candidatura se les resistieron a los miembros de Más País, que no alcanzaron el objetivo hasta horas antes de finalizar el plazo. Un escollo al que se sumó la construcción de las listas.

Fuentes del partido aseguraron a este diario que Raimundo Viejo, uno de los nombres que sonaban con más fuerza, «estará en uno de los primeros puestos de la lista pero no la encabezará», y afirmaron que el cabeza de lista tendrá «un perfil poco conocido».

Mientras Errejón ultimaba los detalles de la lista catalana, Serra dimitía al no compartir «la manera en la que Más País va a concurrir a las elecciones generales». Según adujo en Facebook, su principal objeción es la presencia en Barcelona. «Si Más País debe enfrentarse a Colau para lograr los escaños que necesita, quizá eso es indicativo de que no era aún el momento de que Más País concurriera a estas generales en estas condiciones y como partido estatal», sentenció.

«Me parece que olvida y menosprecia años de trabajo militante de compañeros de territorios que han conseguido levantar proyectos necesarios y valiosos para esos lugares», añade en Facebook, donde pone como ejemplo el caso de Barcelona. No obstante, voces cercanas a Errejón señalan que no compite con la alcaldesa de Barcelona, sino «contra la abstención». Así, insisten en que «si hay un lugar donde el hastío y el cansancio ha impregnado al electorado progresista, ese es Barcelona». Recordando que no viene a ser parte del problema, dentro de la formación subrayan que «Barcelona, por encima de todas las cosas, necesita soluciones».